Este año el cultivo sufrió la sequía y las heladas, lo que provocó una merma productiva
En los últimos días se abrió una polémica por el precio de la papa. Fue a partir de que la actriz Verónica Llinás se convirtiera en tendencia en redes sociales al contar que lloró por la imposibilidad de una mujer para comprarlas en una verdulería. Los productores de papas explicaron que ellos no son los formadores de precio y que la diferencia entre lo que ellos reciben como pago y lo que le cuesta al consumidor es del 400%.
En una entrevista con Infobae, Llinás contó: “El otro día fui a comprar verdura y había una viejita con un bastón que preguntó cuánto estaba el kilo de papas. Me emociono, como una boluda. Dijeron tanto, y… ‘No, no, no puedo. Deme verdurita’. Un kilo de papas, ¿entendés? No se puede comprar un kilo de papas. Entonces salí llorando”.
Mario Raiteri, secretario de Coninagro y vicepresidente de la Federación Nacional de Productores de Papa y productor en Mechongué (provincia de Buenos Aires), explicó que los productores “ni especulan ni forman precio” y plantea que la brecha entre las dos puntas de la cadena -ellos y el consumidor- es del 400%. “La diferencia entre lo que cobramos y lo que se paga en la góndola la genera la logística, la distribución, la intermediación”, sintetiza.
En la Argentina el consumo de papas por habitante por año “superó el de la carne”; está arriba de los 50 kilos al año. Es el tercer alimento más consumido del mundo. Un productor recibe un promedio de $1600 por la bolsa de 20 kilos y la misma, puesta en el mercado, cuesta entre $5000 y $6000.
fuente:losprimeros