La Antártida, por lo general conocida por su fría inhospitalidad, presenta una inusual explosión de flores como consecuencia de la ola de calor más intensa jamás registrada en el continente blanco.
Este fenómeno, resultado de una ola de calor extrema en la Antártida Oriental en marzo del año pasado, fue detalladamente estudiado por un grupo de investigadores del Departamento de Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Washington en Seattle, cuyos hallazgos se han publicado recientemente en Advancing Earth and Space Sciences.
La ola de calor, originada por patrones climáticos inusuales que trajeron fuertes vientos del norte e importaron aire cálido y húmedo desde Australia, desafió los modelos climáticos convencionales. Aunque estos modelos predijeron con éxito la ola de calor hasta con 8 días de anticipación, un modelo ampliamente utilizado no pudo simular olas de calor de esta magnitud. Sin embargo, los investigadores descubrieron que ajustando los vientos del modelo a las observaciones atmosféricas, pudieron lograr una simulación más precisa de la ola de calor.
Entre los sorprendentes registros que documentaron se encuentra el inesperado florecimiento en la Antártida, un fenómeno que destaca la inexactitud de las predicciones de los modelos climáticos hasta la fecha. Según los investigadores, no solo ha habido un crecimiento más rápido en los sitios afectados, sino que la densidad de la población de plantas ha aumentado cada año a medida que el clima se ha vuelto más cálido.
Las temperaturas en la región han aumentado en un promedio de 3 °C debido al cambio climático inducido por el hombre, según la organización sin fines de lucro Discovering Antártida. Esto ha llevado a la retracción de plataformas de hielo que antes eran estables, dando lugar a terrenos ahora habitables para plantas en algunas zonas.
Edward Blanchard-Wrigglesworth, autor principal del estudio, señaló: «La característica más novedosa de esto no es la idea de que algo esté creciendo más rápido. Es que creemos que estamos empezando a ver lo que es casi un cambio radical o un punto de inflexión». La expansión acelerada de la comunidad de plantas es ahora evidente en la región, proporcionando el primer conjunto de datos completo sobre la rapidez y densidad con la que la comunidad de plantas puede expandirse.
La ola de calor antártica de marzo de 2022 registró la anomalía de temperatura más cálida jamás registrada, con una amplificación termodinámica de 2 °C. Según los cálculos de los investigadores, olas de calor equivalentes podrían aumentar entre 5 y 6 °C más para el año 2100. Además, se reconoció que otros factores, como la disminución de la población de lobos marinos, también podrían contribuir al crecimiento de las plantas, pero estos fenómenos están interrelacionados con el cambio climático.
A medida que la tierra de la Antártida se vuelve más habitable, surge la preocupación de que especies invasoras puedan colonizar el continente, superando a las plantas nativas y desestabilizando ecosistemas locales establecidos desde hace mucho tiempo. «Si extrapolamos lo que observamos en la isla Signy a otros sitios de la Antártida, también puede ocurrir un proceso similar. Esto significa que el paisaje y la biodiversidad de la región podrían cambiar rápidamente», concluyó Blanchard-Wrigglesworth.
FUENTE:MISIONESONLINE