La popular cantante que interpretó el clásico “La pollera amarilla” y otros grandes existos se volcó a un emprendimiento gastronómico con las mejores recetas de su familia
Gladys “La Bomba” Tucumana se animó a emprender y abrió un local de empanadas tucumanas en el barrio porteño de Recoleta. El local, que según ella, respetan las tradiciones del plato tal como se hace en su provincia, lo lleva adelante con su hijo, Santiago, y con su pareja, Luciano Ojeda. “La diferencia con la empanada salteña es que la tucumana no lleva papa. También se diferencia de otras porque no lleva pasa de uva ni aceitunas. Va con carne picada a cuchillo, huevo, cebolla de verdeo, cebolla blanca, morroncito, comino…”, describió en diálogo con DDM (América), en donde mostró parte de su nuevo comercio, el cual abrió sus puertas esta semana.Un móvil del programa que conduce Mariana Fabbiani asistió al local, llamado “La bomba empanadas tucumanas”, para mostrar cada detalle del mismo. En una recorrida se puedo ver que el lugar tiene que mucho ver con su faceta de cantante, ya que una de las barras luce como un anvil. Además, hay un cartel de neón que reza la frase “un pasito para acá, un pasito para allá”, tal como patentó en su versión de “Mi pollera amarilla”. De hecho, ese color es el predominante, tanto en la decoración como en la ropa de los cocineros.
“Todo esto es en honor a lo que yo hago, que es música, a lo que estoy siempre agradecida y feliz de tener un clásico. Es todo un honor a eso, con muchísimo amor y familia, para traer el verdadero sabor de la empanada tucumana a Buenos Aires. Porque yo las pido, las chequeo y la verdad que todavía nunca probé una que se parezca”, dijo.
“Estoy feliz con esto. A mí desde chiquita me atrajo un montón la cocina. Es un sueño que tenía de toda mi vida, porque yo desde muy niña cocinaba al lado de mi mamá sus recetas, que eran las recetas de su madre, mi abuela Santos. Y mi mamá, Adela, que es la que me enseñó a hacer todo, me inspiró a esto”, contó Gladys. “Nosotros teníamos un horno de barro en mi casa y mi idea es traer ese sabor típico, desde la masa, hasta el repulgue, el horneado, el sabor de adentro, todo”, amplió.
“Acá lo que sobra es mucho amor, está hecho con mucho amor y con mucho respeto. Es un sueño mío que le agradezco a Dios que me dé la posibilidad de poder hacerlo realidad en esta época tan difícil que vivimos todos los argentinos. Es una apuesta muy grande, yo he sacrificado un montón de cosas para hacer realidad este sueño. Es un gran proyecto, es una empresa”, describió la cantante.
Días atrás y en diálogo con Teleshow, Gladys había hablado de la supuesta propuesta de matrimonio que le habría realizado su novio Luciano. “Me lo propone todos los días de la vida, todo el tiempo quiere que sea su esposa. Hoy no es algo que yo quiera hacer a la brevedad. Por ahora, no creo. Hace rato que Luciano me pide casarnos, pero por ahora creo que no es el momento. Él sigue haciendo tratamientos y yo acompañándolo. Cuando el comenzó con el tratamiento de quimioterapia, nos íbamos a casar, yo quería con todo mi corazón, pero nos alejamos un tiempo… Hoy estamos juntos, yo lo acompaño, ahora el casamiento no es prioridad”, dijo.
Por otra parte, actualizó sobre el estado de salud de su pareja: “Sigue en tratamiento: diálisis y chequeos para ver cómo quedó el tumor que tenía”.
“Se fue a hacer un chequeo después del Covid, sin ningún síntoma absolutamente de nada, y ahí descubrieron que tenía un tumor enorme en su abdomen, un sarcoma. Él estaba fantástico, no tenía ningún síntoma. Tenía un tumor que le estaba agarrando un órgano que era el riñón, encima es monorreno. Está haciendo su quimioterapia con un montón de dificultades, desgraciadamente para nosotros. Fue durísimo porque está con un riñón que está fallando, es una complicación. Lo pude acompañar en su última quimio, pero estamos rezando mucho”, había contado la propia Gladys el año pasado cuando Ojeda pasó por un momento muy delicado.
fuente:infobae