Los asesinos dejaron en el interior de una camioneta el cuerpo del alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos y su cabeza sobre el techo. México en shock.
Macabras imágenes de un asesinato político en México proliferan por X este lunes (7/10). Homicidas desconocidos, presuntos narcoterroristas, decapitaron al alcalde de Chilpancingo, Guerrero, Alejandro Arcos Catalán.
Dejaron en el interior de una camioneta el cuerpo del intendente, cubierto con una sábana, y su cabeza sobre el techo. 3 días antes habían matado a balazos al secretario general del municipio, Francisco González Tapia.
Alejandro Arcos Catalán llevaba solo 6 días en el cargo tras ganar las recientes elecciones postulado por la coalición conformada por los partidos opositores de la Revolución Democrática (PRD), Revolucionario Institucional (PRI) y de Acción Nacional (PAN).
El reporte del hallazgo ocurrió alrededor de las 17:00 horas, cuando se informó a las autoridades sobre la presencia de una cabeza humana colocada sobre el techo de una camioneta Volkswagen tipo Robus en la calle Moctezuma, esquina con el andador uno.
En el techo de la camioneta blanca, visiblemente sucia, se ve la cabeza pálida del alcalde con los ojos cerrados y expresión neutra. Alrededor de los labios y en la barbilla se observan rastros de sangre.
En su primer discurso como alcalde se había comprometido a garantizar la paz y la seguridad en el municipio. Y en los posteos anteriores a su muerte hacía hincapié en proteger a todos los habitantes. En las imágenes se podía ver que el alcalde estaba acompañado de elementos de la Guardia Nacional, pero no se sabe si sólo lo resguardaron en su recorrido o si lo acompañaron en sus posteriores traslados. En México las decapitaciones se convirtieron en un método recurrente de los grupos del narcotráfico para sembrar terror en los territorios que dominan.
Narcoestado
El PRD denunció el brutal hecho que “refleja la ausencia de gobernabilidad en el estado de Guerrero que se encuentra claramente en manos de la delincuencia”. Su presidente Jesús Zambrano pidió a la flamante presidenta Claudia Sheinbaum el esclarecimiento del “asesinato político en el narco estado sureño”. Según medios locales, en Chilpancingo, desde hace varios años, las bandas criminales de Los Ardillos y Los Tlacos, se disputan los municipios de la zona centro de la entidad, donde cientos de comerciantes, campesinos, maestros, mujeres, niñas, niños, han sido asesinados. El pleito estaba centrado en el control de nuevas rutas de transporte público. El caso sacudió al gobierno de Sheinbaum, heredera de AMLO. Una foto de la ex alcaldesa de Chilpancingo y miembro de su partido, Norma Hernández, junto a un presunto líder criminal desató una polémica de connivencia del gobierno. De hecho, fue expulsada de las filas de Morena por haberse reunido en un desayuno con Celso Ortega, líder del grupo criminal Los Ardillos apenas unos días después de que hallaran los cuerpos desmembrados de 7 personas en el municipio.
Guerrero continúa siendo escenario de una intensa violencia criminal, contribuyendo a la cifra de más de 400 mil muertes en México desde el inicio de la guerra contra los cárteles del narcotráfico en 2006 bajo la presidencia de Felipe Calderón. El presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno, en redes sociales dijo: “Funcionarios jóvenes y honestos que buscaban progreso para su comunidad. Nuestro pésame y solidaridad para sus familias. Dada la situación de ingobernabilidad en Guerrero, estaremos pidiendo la FGR atraiga las investigaciones de ambos asesinatos”. Según el Universal, la Fiscalía General de Guerrero informó que inició una carpeta de investigación en contra de quien o quienes resulten responsables del asesinato del alcalde Alejandro Arcos.