La cifra abarca renuncias que van desde el Ejército hasta la Policía Federal y el Servicio Penitenciario. Los problemas en el IOSFA.
Las Fuerzas Armadas y de Seguridad atraviesan una crisis que se refleja en la decersión en lo que va del año de más de 2.200 efectivos que renuncian al uniforme por las malas condiciones salariales y el deterioro de la prestación de la obra social del sector.
La información la publicó el sitio Misiones Online el pasado 16/07. En el artículo se afirma que relevamientos internos y testimonios de los propios efectivos arrojan las siguientes renuncias:
- Ejercito: 257
- Armada Argentina: 234
- Fuerza Aérea: 193
- Gendarmería: 386
- Prefectura Naval: 322
- Policía Federal: 412
- Policía de Seguridad Aeroportuaria: 177.
- Servicio Penitenciario Federal: 292.
Un total, 2.273 bajas en solo 6 meses. Las cifras fueron ratificadas este viernes en una publicación del diario La Nación que cita fuentes castrenses.
Se trata de dependencias de los ministerios de Defensa y Seguridad, que comandan, respectivamente, Luis Petri y Patricia Bullrich, la fórmula presidencial de Juntos por el Cambio que se encolumnó inmediatamente detrás de Javier Milei cuando el libertario quedó en competencia contra Sergio Massa en el balotaje de 2023. Esto tuvo como premio la integración de los dirigentes al gabinete nacional. Hoy Bullrich es una de las figuras centrales del Gobierno.
Recientemente Milei afirmó que la Argentina se encontraba en el puesto 23 del ránking mundial de «potencias mundiales» militares, un dato que se relativizó dentró de las propias Fuerzas Armadas.
De acuerdo a Misiones Online, la mayoría de los que dejan la fuerza son jóvenes que, al ser destinados a ciudades como Buenos Aires, no pueden afrontar los costos de alquiler ni sostener una vida digna lejos de sus provincias de origen. Por lo tanto, consigna el portal misionero, muchos de ellos optan por regresar a sus provincias para sumarse a las policías locales o buscar oportunidades en el sector privado.
Por su parte, La Nación señala que tanto en las Fuerzas Armadas como en los organismos de seguridad, los bajos salarios impactan particularmente en las jerarquías más bajas.
Y detalla: mientras un capitán y un teniente de navío cobran $1.055.067, el nivel salarial de un teniente primero y un teniente de fragata llega a $938.420, mientras un teniente del Ejército y un teniente de corbeta perciben $846.017, y un subteniente, un guardiamarina y un alférez –las categorías más bajas entre los oficiales- cobran $766.215.
Entre los suboficiales, en tanto, un sargento y un cabo principal perciben $810.933, un cabo primero, $ 727.764, y un cabo segundo, $673.588.
La línea de pobreza para una familia tipo, según el Indec, ascendía en junio último a $1.128.398.
En cuanto al Ejercito, agrega, la cantidad de bajas registradas este año (257) resulta una cifra alta en relación a la cantidad de egresados por año: unos 600 suboficiales y unos 100 oficiales.
Obras social
A la queja salarial se suma la de la obra social del sector, el Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (Iosfa) cuyas prestaciones no estarían a la altura del aporte que hacen los uniformados, activos y retirados.
Relató Misiones Online:
«Los problemas se agudizan especialmente fuera del Área Metropolitana de Buenos Aires. Aunque los descuentos por obra social en los recibos de sueldo pueden llegar hasta los $300 mil mensuales, en muchas provincias no hay prestadores o son muy escasos, y los afiliados deben esperar meses para acceder a un especialista o cubrirse de forma particular. Lo mismo ocurre con las coberturas de medicamentos. En todos los casos se debe según los mismos prestadores, a la baja cápita que paga Nación por afiliado y a los atrasos de muchos meses en los pagos».
El malestar ya había sido transmitido al ministro Petri en una carta pública que le dirigió La Asociación de Suboficiales Argentinos de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (ASUBA).
En el escritó se remarca la «indignación y preocupación» de los uniformados por el atraso salarial y la crisis del IOSFA. Los suboficiales cuestionaron que en su reciente exposición en el Congreso, Petri «admitió la crítica situación financiera del IOSFA y confirmó lo que muchos temíamos: la postergación de la equiparación salarial para el personal de las Fuerzas Armadas hasta fines del año 2027».
«Esa afirmación no es técnica: es cruel. Es desconocer el derecho elemental a una vida digna de miles de hombres y mujeres que siguen cumpliendo órdenes, aun cuando no logran cubrir necesidades básicas como el alquiler, la alimentación o los medicamentos», apuntaron.
Según consigna La Nación, la obra social de los militares está jaqueada por una deuda millonaria. Y detalla:
«En diciembre de 2023, al asumir el gobierno de La Libertad Avanza, IOSFA se encontraba saneada y con superávit.
Hoy, tras dos gestiones que llevaron a la renuncia de sus presidentes, el pasivo asciende a más de $160.000 millones. Pese a la promesa del ministro de Defensa, Luis Petri, de regularizar la situación, el Estado nacional mantiene impago las contribuciones correspondientes al pago de aportes patronales.
Fuentes que conocen de cerca la grave problemática de la obra social señalaron que los casos más preocupantes son los de pacientes que necesitan remedios oncológicos, los que recibieron o necesitan trasplantes, los insulinodependientes y quienes enfrentan patologías crónicas severas. A ellos se suman personas que tienen intervenciones quirúrgicas programadas y requieren fármacos específicos de alto valor económico».
Suicidio
Un episodio conocido en las últimas horas agregó dramatismo al conflicto: el suicidio del suboficial escribiente Alejandro Tijerina en instalaciones del Hospital Churruca.
El medio “Frecuencia Azul”, una radio web integrada por personal policial retirado que dedica su espacio a la difusión de su propio contenido, fue quien dio a conocer la noticia. Allí contaron que el suboficial Tijerina estaba gravemente enfermo y que el estado crítico del Hospital Churruca, donde debía atenderse y no lo dejaron hacerlo, fue el desencadenante de la decisión.
«Los compañeros coinciden en que el suboficial Tijerina estaba gravemente enfermo, y que el estado crítico del Hospital Churruca contribuyó a su desesperación. No es un caso aislado. Son cada vez más las voces que denuncian el vaciamiento sistemático del histórico hospital policial, referencia nacional durante décadas y hoy sumido en la decadencia funcional, la falta de insumos, profesionales y contención», advirtió Frecuencia Azul.
«Fue el resultado de un sistema que enferma, abandona y descarta a sus servidores públicos. Muchos camaradas se sienten solos, hay desatención médica, burocracia sin alma, derivaciones tardías, abandono psicológico», se sostuvo en ese medio.
Según informó el portal Data Clave, la obra social del personal de la Policía Federal Argentina está gestionada por la Superintendencia de Bienestar de la Policía Federal Argentina, dependiente del Ministerio de Seguridad de la Nación y dirigida por el Comisario Mayor Fabio Adrián Fara.
Agrega que la obra social de la Policía Federal Argentina ha enfrentado múltiples cuestionamientos y denuncias, especialmente en los últimos años, que han puesto en evidencia problemas estructurales en su funcionamiento.
«En 2025, los expedientes forman pilas y pilas de denuncias contra la obra social por prestaciones médicas y quirúrgicas no realizadas. La Agrupación “Azules por Siempre” viene denunciando estos casos y reclamando una auditoría integral desde 2016 hasta 2025 que investigue el manejo de fondos y el patrimonio personal de los superintendentes a cargo durante ese período», consignó ese mismo medio.
Comisión en el Congreso
La crisis del IOSFA pretende ser abordada por el Congreso.
El senador Enrique Goerling (PRO-Misiones), uno de los más cercanos a Patricia Bullrich (la ministra lo propuso para presidir la bicameral de Inteligencia) es el titular de la Comisión Bicameral de Fiscalización y Seguimiento de los Organismos de Seguridad Interior, admitió la crisis y aseguró a Misiones Online (publicado el 19/07) que se trabaja en la creación de una subcomisión específica para abordar no sólo el funcionamiento de la obra social sino también los reclamos salariales y de condiciones laborales que afectan a los miembros de las fuerzas.
“Todavía no hicimos un pedido de informes formal, pero estamos trabajando en eso. Queremos tener una mirada más precisa, porque hay malestar y se refleja en todas las provincias”, sostuvo.
“Hay muchas quejas, sobre todo vinculadas a la obra social IOSFA, que tiene serios problemas de funcionamiento. Hubo un cambio de gestión, está desfinanciada, y aunque todavía no tenemos datos concretos, la situación preocupa”, le dijo el senador al portal de noticias misionero.
fuente:urgente24
