Esta semana Joaquín Bolívar y su esposa Magdalena fueron noticia al protagonizar el primer trasplante realizado por vía laparoscópica en el Hospital Padilla y el sector público de la provincia. El hombre, de 49 años, le donó un riñón a su mujer, que lo necesitaba con urgencia por un cuadro de diabetes e hipertensión que la obligaba a dializarse.
“Todo fue medio inesperado porque el jueves nos avisaron que el domingo debíamos internarnos; sin embargo, ya estábamos preparados porque era algo que esperábamos hace mucho tiempo. Fue una noticia repentina, pero recibida con mucho gusto”, comentó Bolívar. El donante, a quien se le realizó la primera ablación por técnica laparoscópica del sistema público de la provincia, ya fue dado de alta. En tanto que su esposa, Magdalena, se recupera en el hospital y evoluciona favorablemente.
Esta pareja de Tafí Viejo decidió operarse en el Hospital Padilla aunque cuentan con cobertura médica: “Tengo obra social y me dieron la opción de realizar esta intervención en sanatorios privados o clínica, pero decidimos, junto con mi esposa, hacerlo aquí en el Padilla porque aquí hay profesionales que conocemos. Nos sentimos como en casa”, relató Bolívar. Él es médico y destacó tanto los métodos de avanzada con los que trabaja el Hospital como la calidad del factor humano. “Los mejores profesionales están aquí y, desde este punto de vista, estoy sorprendido por el gran nivel del equipo y la eficacia con la que se trabaja”.
Bolívar recalcó en referencia a la atención que recibió, que a pesar de ser una cirugía de altísimo precio, no tuvo que abonar ningún costo. Indicó también que los turnos fueron gestionados por el hospital, tanto para los controles previos como para la intervención. “Eso es fundamental porque no tuve que venir a primera hora a sacar un turno nunca; esta gestión es para destacar”.
Finalmente, dejó un mensaje para las personas que se encuentran en una situación similar a la que pasaron él y su esposa:
“Deben saber que sí se puede. Yo ya me estoy yendo a mi casa. La internación fue muy breve, no llegó a las 72 horas. El dolor es el mínimo de cualquier otra cirugía. Quiero que todos sepan que sí se puede hacer un trasplante exitoso y que en este hospital se trabaja de una forma excepcional. Me siento orgulloso de haber elegido el Padilla para esta intervención”.