En Casa de Gobierno afirman que se ubicará entre el 3,9% y el 4% por la mejora en los ingresos y el recorte del gasto previsto pese al año electoral
EL Gobierno cree que el déficit fiscal primario de este año se ubicará en torno del 4%, sobrecumpliendo la meta colocada en el presupuesto nacional. Así lo afirmaron a LA NACION calificadas fuentes oficiales, que señalaron que la mejora se dará de la mano de un incremento en los ingresos y de un recorte en el gasto público.
Y del lado del gasto público, en el Gobierno prometen seguir con la política de reducción de las erogaciones, pese al año electoral. “Se va a hacer igual; nos habían dicho que no íbamos a subir las tarifas de los servicios públicos en un año electoral y lo estamos haciendo en la luz y el gas “, expresó, enfático, el funcionario.
“El presupuesto es realista por primera vez en más de 10 años”, concluyó el funcionario. Cabe recordar que en enero del año pasado el Gobierno había proyectado inicialmente un déficit del 3,3% en 2017, del 1,8 por ciento en 2018 y del 0,3 por ciento en 2019. Luego, moderó ese programa y el lunes próximo el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne , presentará los números trimestrales de este año y las metas hasta 2019.
Las proyecciones de los analistas
Nicolás Bridger, director de Prefinex, afirmó que “el escenario base es de un incremento en los ingresos del 22%, o del 27% excluyendo los ingresos del blanqueo del análisis, y del gasto primario del 25%. Esto resulta en un déficit primario de 4,9% del PBI, lo cual contrasta con la meta de 4,2% del Ministerio de Hacienda”. Para Bridger, “no se observará una caída del gasto público en términos del PBI”.
Desde la Fundación Capital, Belén Rubio y Santiago Giraud, explicaron que “este año el blanqueo permitiría el cumplimiento de la meta (4,2% del PBI) en un escenario en el cual la recaudación, excluida la multa de la exteriorización de activos, podría crecer a un ritmo del 24,5% interanual, mientras el gasto primario lo haría al 26,6% anual, manteniéndose relativamente constante en términos del PBI”.
Además, afirmaron, “si se confirma que al menos una porción del incremento del gasto en diciembre respondió a adelantos de erogaciones de 2017, la posibilidad de cumplir la meta se elevaría; será importante observar cuánto dinero aporta finalmente el blanqueo, que en enero significó ingresos por $7.670 millones y el Gobierno estima que en 2017 traería ingresos por $55 mil millones; modificaciones de esta cifra al alza o a la baja, tendrán lógicamente un impacto relevante sobre la dinámica del gasto”.
Sobre la posibilidad de observar recortes en el gasto este año, indicaron que “no esperamos un recorte importante; más bien, los ingresos derivados del blanqueo junto con el acceso al financiamiento permitirán sostener el gasto en términos del producto”.
“De hecho, más allá de nuestras estimaciones, el propio presupuesto aprobado por el Congreso prevé que el gasto se mantenga relativamente estable en relación al PBI. Hay que tener en cuenta también que tres quintos del gasto están conformado por partidas relativamente inflexibles a la baja, con partidas como jubilaciones y transferencias sociales que ajustan por la inflación pasada, lo que empuja el ritmo de expansión de las erogaciones”, concluyeron.
En la fundación que dirige Martín Redrado creen que “el sendero fiscal a mediano plazo es bastante incierto; el Gobierno ajustará gradualmente el déficit, pero la senda que se había trazado originalmente parece haber quedado definitivamente atrás”.
“De hecho, en 2017 el gobierno flexibilizó la meta de déficit (3,3% del PBI, originalmente). Más aún en 2018 ya no se contará con ingresos derivados del blanqueo y en 2019 serán las elecciones presidenciales, con la correspondiente presión del lado del gasto. Con todo, creemos que el rojo fiscal primario podría rondar el 3% del PBI en 2019”, detallaron.
En tanto, el estudio Bein indicó en su último informe que “el crecimiento de los ingresos apunta a ser del 22,6% interanual este año, que sube al 25,7% si se incluyen los ingresos del blanqueo”. Del lado del gasto, “difícilmente pueda ir por debajo de este ritmo, condición necesaria para bajar el déficit fiscal, dada la indexación al pasado de los gastos previsionales, la reparación histórica a los jubilados y las necesidades de la política de reactiva la obra pública”. Así, el gasto primario crecería el 24,2 por ciento este año, “ubicando el déficit primario en el 4,8%”. De todos modos, “el Gobierno va a apuntar a cumplir la meta del 4,2% computando ingresos por ventas de activos por arriba de la línea, como la venta de centrales térmicas, de parte de las acciones de la Anses e incrementando la deuda flotante en el último bimestre del año”.
Gabriel Caamaño de la Consultora Ledesma estimó un resultado del 4,2% para este año, del 3,7% para 2018 y del 3,2% para 2019, “sin rentas del Banco Central y de la Anses”.
El Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) publicado por el Banco Central indicó que las consultoras privadas “esperan un déficit primario del sector público nacional no financiero de $440 mil de millones para 2017 (4,5%), el cual se acotaría hasta $430 miles de millones en 2018”.
fuente:LA NACION