Luego del fuego cruzado entre concejales oficialistas y opositores, los ediles volverán a verse las caras hoy en el recinto, cuando a las 10.30 arranque -si hay quórum- la sesión en la que se tratará la expropiación de la casa Sucar.
Los concejales de la oposición en el Concejo aseguraron que hoy votarán a favor de esa iniciativa, aunque reiteraron que están en contra de la venta de la ex Dirección de Tránsito -que pertenece al municipio-, o al menos sin que se incluya su valuación. Con la venta de ese inmueble, el municipio pretende pagar la expropiación de la vivienda considerada patrimonio arquitectónico de la provincia.
También el intendente, Germán Alfaro, había cargado contra los concejales opositores a su gestión, a quienes había mandado a trabajar y a ocuparse de los problemas de los vecinos.
“La sesión (del viernes) no se hizo porque el intendente Alfaro quiere esconder detrás de una causa noble, como la conservación de la casa Sucar, un negocio inmobiliario a través de la venta del inmueble de calle Buenos Aires, del que nadie habla”, le había contestado el peronista David Mizrahi, del bloque Tucumán Crece-PJ. La respuesta a esa advertencia suya no se hizo esperar y vino del lado de un funcionario del Ejecutivo municipal. “Las opiniones de Mizrahi podrían ser puestas como ejemplo a los alumnos de psicología de un caso típico de proyección, ya que él termina atribuyendo a otras personas sus propios déficit y desviados intereses. El ladrón ve a todos de su condición”, lanzó el secretario de Gobierno, Walter Berarducci.
“El concejal debería comprender que su rol en este caso debe estar en defender el patrimonio cultural, urbanístico y arquitectónico de la ciudad, no hacer crecer el patrimonio familiar de su jefe. Hace algún tiempo pretendió descalificar las políticas de preservación urbana negando potestades y competencias constitucionales de los municipios para expropiar. Ahora pretende cubrir esto con un manto de sospecha. Lo invito a que revea sus dichos y dé un debate franco con argumentos técnico-políticos y se decida por ser representante de los vecinos de San Miguel de Tucumán o agente inmobiliario del alperovichismo, concluyó el funcionario.
En la última convocatoria a sesión, el viernes último, los ediles de los bloques Tucumán Crece-PJ y Fuerza Republicana no dieron quórum para sesionar, y lograron sabotear el tratamiento del proyecto de expropiación de la casona elaborado por la Intendencia. La caída de la sesión irritó al intendente, que amenazó a los ediles con descontarles su sueldo si no sesionaban.