Allanaron la Maternidad del hospital de Concepción por el caso. Aparentemente, el alcohol iodado que se le había puesto a la mujer entró en combustión por una chispa.
La Justicia realizó un allanamiento en la sala de Maternidad del hospital de Concepción e incautó documentaciones médicas vinculadas con una paciente que, a mediado del mes pasado, terminó con graves quemaduras durante una operación de cesárea.
El increíble episodio, según se supo, se suscitó cuando el alcohol iodado que se le había puesto a la mujer en la parte en que se le practicó la operación, entró en combustión al parecer a causa de una chispa de un elemento quirúrgico eléctrico que utilizaba uno de los médicos.
Laura Sánchez, por las importantes lesiones sufrió fue derivada al Centro de Salud de la capital, en donde permanece aún internada. El bebé que nació durante la operación providencialmente no sufrió lesiones y se encuentra en buen estado.
En el caso tomó intervención la fiscalía de Instrucción de la III a Nominación (a cargo del fiscal Jorge Echaide) a partir de una denuncia que formuló un pariente de la víctima. Es el representante del ministerio público quien requirió el allanamiento en torno a la causa caratulada “lesiones y otros delitos”.
“Se incautaron todas las documentaciones vinculadas con la atención que se le brindó a la paciente y los procedimientos utilizados en la cirugía. En principio se está investigando si en este hecho hubo negligencias, al parecer es lo que se advierte, y quienes son sus responsables”. dijo el fiscal. El investigador prefirió no brindar más detalles de lo sucedido y datos de la víctima.
Según dijo, a los directivos del establecimiento asistencial ya le solicitó la historia clínica de la parturienta. “Hemos pedido también un informe actualizado sobre el estado de la víctima a fin de ver si ya se le puede tomar declaración” añadió el fiscal. “Las lesiones que sufrió fueron importantes”, apuntó.
Otro hecho
El episodio trae a la memoria el caso de una bebita que, hace un poco más de un año, resultó también con quemaduras en uno de sus brazos en la sala de Neonatología de ese nosocomio.
La pequeña estaba en una incubadora y, a causa de la baja temperatura que había en el ambiente, se había colocado una estufa muy cerca de donde ésta se encontraba. Cuando se advirtió la situación la bebita, que no cesaba de llorar, ya acusaba una seria quemadura en un brazo.
fuente:LA GACETA