Cristian Lucchetti, Mauricio Rosales, Bruno Bianchi, Ignacio Canuto, Fernando Evangelista, David Barbona, Guillermo Acosta, Nery Leyes, Rodrigo Aliendro, Cristian Menéndez y Fernando Zampedri. Estos 11 nombres saldrán esta noche a agigantar la historia de Atlético. Lo harán en la cancha que de por si tiene un nombre que asusta: “Campeón del Siglo”. Es la casa de un gigante, Peñarol. El primer ganador de la Copa Libertadores. Pero el “Decano” no se achica y quiere ser grande entre los grandes.
Pablo Lavallén, el cerebro de este grupo, estaba de buen humor ayer a la mañana. Junto con sus jugadores viajó hasta el estadio de Defensor Sporting donde, a puertas cerradas, hizo los últimos aprestos para el partido de hoy. Nada del otro mundo. Ajustes en las marcas y algo de pelota parada. Se respira buena onda en el plantel, y lo único que los puso incómodos fue la invasión de mosquitos que se sufre en Montevideo.
A la hora del análisis, Lavallén sabe a lo que se enfrenta. “Estamos con muchas ganas, sabiendo que vamos a enfrentar a un rival de mucha jerarquía, sobre todo en este momento de Copa Libertadores, en el que por ahí no está pasando por un buen momento, pero eso lo vuelve doblemente peligroso”, indica. Y luego profundiza: “Peñarol es un equipo intenso, que tiene jugadores de gran jerarquía, un clásico equipo uruguayo. No lo vamos a descubrir nosotros. Es un equipo con mucho corazón, que tiene jugadores con buen fútbol, como el “Cebolla” (Cristian) Rodríguez o (Ricardo) Guzmán Pereira, que son los que manejan la mitad de la cancha, y después que tiene delanteros que te obligan mucho”, aclara.
Se suele decir que la historia no juega, pero pesa. Y eso lo sabe el DT, campeón de la Libertadores con River. “Tenemos que ser inteligentes, estar concentrados, tratando de que ellos se sientan incómodos en lo que pretendan desarrollar, y tratando de manejar los tiempos del partido. En algún momento tenemos que acelerar el ritmo, en otros momentos tenemos que dormir el partido, y conforme pasen los minutos seguramente la presión aumentará más para ellos”, describe el entrenador al borde de la cancha en la que practicaron.
Será el primer partido dentro del Grupo 5 que Atlético jugará como visitante, y lo hará, según las especulaciones, con más de 30.000 almas en contra, algo que a Lavallén no le preocupa. “Nosotros hemos salido a jugar a Colombia, y a Quito con altura y el equipo ha mostrado buenas señales. Sin dudas el marco va a ser mas multitudinario, la gente apoya mucho a Peñarol, es un grande del continente, pero estos jugadores están acostumbrados a jugar todos los fines de semana con 30.000 personas y con la presión de saber lo que es tener que ganar en casa, así que esperemos hacer un buen partido. Los desafíos que hemos afrontado hemos respondido bien y creemos que vamos a seguir en ese nivel”, asegura.
Una vez en la cancha, está planteado un libreto, pero habrá que ver hasta dónde se lo puede respetar. “Nosotros debemos mantener nuestro arco en cero y después tratar de hacer un gol. Después el partido dirá. Tenemos que ser inteligentes, saber cuándo tenemos que acelerar, y cuando frenar y estar bien parados. A veces se debe atacar y tener posesión, y en otros tenés que defender porque el rival te lleva a eso. Ya veremos”, explica.
De lo que está seguro Lavallén es que la famosa garra “Charrúa” no será superior a la de los “decanos”. “Está descontado el sacrificio del equipo y todo lo que ha demostrado en estos cinco partidos de Copa Libertadores. Somos un equipo que tiene fútbol, que tiene capacidad para hacer goles, pero por sobre todas las cosas tiene mucho amor propio”. Y hoy lo mostrará en Uruguay.
fuente:LA GACETA