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orprendente revelación la del periodista Mariano Obarrio, de La Nación, esta mañana. En una nota publicada en el matutino porteño, Obarrio afirmó que el gobierno de Mauricio Macri evalúa equiparse contra piquetes y cortes de calle. Es claro que la mala imagen de los piqueteros y una suerte de “licencia social”, tras el desalojo de la Panamericana el día del paro, movilizaron la idea.
De acuerdo a la cita, el gobierno planea comprar logística y aparatología para la disuasión. Grúas para mover vehículos (se usaron autos en el corte de la Panamericana), y equipamiento disuasivo no violento. Entre lo más novedoso, se encuentra un dispositivo que dispara chorros de espuma, que se solidifica en el acto y enredan a los manifestantes. Así, pueden ser reducidos por la policía y las fuerzas de seguridad, de acuerdo al escrito.
La ministra de Seguridad Patricia Bullrich y el secretario de Seguridad Interior, Gerardo Milman, se reunirán pasado mañana con los altos mandos de la Policía Federal, la Gendarmería y la Prefectura para analizar los futuros pasos. De acuerdo a La Nación, se evaluarán la compra de nueva tecnología, los procedimientos por corregir y nuevas técnicas de adiestramiento antidisturbios.
Es que el presidente Macri quedó satisfecho por los operativos y pidió perfeccionar un plan integral: no sólo remover a los manifestantes, sino controlar en forma coordinada la logística de transporte de los activistas de la protesta social. Lo harán entre la Ciudad de Buenos Aires, la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) y la Administración de Ingresos Públicos (AFIP).
También, Bullrich y Milman consideran la posibilidad de técnicas de adiestramiento como las de la policía alemana, sin armas letales, pero con despliegues rápidos que neutralizan a los revoltosos. Bullrich y Milman enviaron a los piquetes observadores civiles que tomaron fotos y apuntes sobre el accionar de las fuerzas. Se analizarán esos informes y los de las propias fuerzas. En base a ellos, se corregirán procedimientos. Milman dijo a La Nación: “Como autocrítica, resolvimos la Panamericana a las 10 de la mañana y pudo ser a las 7”. Y explicó que hubo que esperar refuerzos de Gendarmería de la Ricchieri.
De todos modos, la Casa Rosada admite que el apoyo popular recibido en la “marcha por la democracia” del 1-A, el sábado anterior, fue clave para la decisión política de ir contra los piquetes. “La gente nos dijo que hay una mayoría que no grita ni corta calles, pero que apoya y pide basta de piquetes. Que no seamos timoratos y actuemos”, dijo un funcionario de la primera línea. Se mantendrá inalterable el uso de armas no letales: por ahora, carros hidrantes y gases lacrimógenos.
“Pero hay que desactivar una logística. Ellos llevan un kit-piquete, bolsas con piedras y palos, además de autos o micros que contratan. ¿Por qué no usan la plata en comedores para los más necesitados que dicen defender?”, dijo Milman.
“A Omar Viviani, la probation que debería darle la Justicia es manejar el taxi por un año”, ironizó. El jefe del sindicato de taxistas había ordenado “dar vuelta los taxis” de quienes no adherían al paro. La Casa Rosada avanzará en un plan integral con la AFIP, la CNRT y la Ciudad para multar y hacer inspecciones vehiculares y tributarias de esos micros. Macri quiere que los piqueteros paguen por todas sus infracciones, además de la violación del Código Penal, de acuerdo al texto de La Nación.
fuente:MENDOZA POST