Que un legislador declare públicamente no estar de acuerdo con el trabajo de un intendente puede que sea algo dentro de todo previsible. Distinta es la historia si ambos funcionarios son, además de servidores públicos, marido y mujer.

Eso es lo que pasó en Famaillá, donde Enrique Orellana no ahorró críticas para el trabajo de Patricia Lizárraga, quien está a cargo del municipio, pero con quien además conforma matrimonio.

En una entrevista concedida al medio local “Zeta Tres”, el legislador se refirió a la construcción del parque industrial y disparó que “la municipalidad no está actuando como corresponde, le ponen el entusiasmo mínimo”.

En este sentido, agregó que “si no nos ponemos a organizar y a hacerlo, jamás se lo va a hacer, y eso es una denuncia pública contra la intendenta. No están trabajando y dándole la importancia que corresponde”, cerró.

Como ya es costumbre, la entrevista a Orellana dejó también otros títulos que darán que hablar. Consultado por el flagelo de la droga y la posibilidad de que la problemática se instale en la ciudad, el legislador no dudó en afirmar que “cuando en un pueblo se vende droga, al primero que hay que ir a apretar es al comisario”.

fuente: ELTUCUMANO