Algunos sectores del radicalismo creen que la imputación del titular del Plan Belgrano podría estropear los planes de arrebatarle el sillón de Lucas Córdoba al peronismo en las próximas elecciones. El ex ministro de Hacienda de la Nación tiene lazos familiares con Tucumán que podrían habilitarlo como una opción cierta.
Por el escándalo desatado por la imputación de José Cano en una causa que investiga un presunto pedido de coimas en Corea del Sur relacionado con el Plan Belgrano, el radicalismo está fracturado en relación con el ex candidato a Gobernador.
Una facción pide la renuncia del titular del Plan Belgrano; otra, lo respalda. Mientras tanto, Enrique “Coti” Nosiglia, el histórico operador de la UCR –en el alfonsinismo, por ejemplo, fue el que negoció con Aldo Rico-, analizá la posibilidad de instalar –y posicionar- en Tucumán al polémico Alfonso Prat Gay, cuya historia familiar tiene su pasado en los ingenios tucumanos y está manchada por 5 desapariciones durante el Proceso de Reoganización Nacional.
La investigación que abrió la Justicia federal y que dejó imputado a José Cano por un presunto pedido de coimas en Corea del Sur podría tener efectos a largo plaza. Y el titular del Plan Belgrano ve cómo está amenazada su intención de ser Gobernador en el 2019. O al menos, de intentarlo.
Cano denunció, cuando explotó el escándalo por su imputación, que está siendo víctima de una maniobra política en su contra. Por su parte, los legisladores tucumanos Ariel García, Fernando Valdez y Raúl Albarracín exigieron ante en la UCR de tucumana que Cano se aparte hasta que se su situación judicial se defina.
En el pedido presentado a las autoridades partidarias pertinentes se planteó que si diera un paso al costado, su actitud serviría para “demostrar que el radicalismo nada tiene que ver con hechos de corrupción y que no ejercerá ninguna presión ante la Justicia, ya que se investiga a un funcionario del Gobierno nacional”.
Si bien la denuncia, pareciera, según un artículo publicado por el sitio La Política Online, no poner en riesgo su candidatura a las legislativas de octubre, Coti Nosiglia estaría moviendo sus hilos invisibles hacia otro hombre fuerte de Cambiemos que, de alguna forma, está vinculado con la provincia.
Según la nota, Nosiglia -que tiene buena relación con Mauricio Macri, aunque según dicen, últimamente se queja porque no lo escucha- estaría analizando la forma de instalar a Adolfo Prat Gay como una figura fuerte en la provincia. Si bien el ex funcionario de Cambiemos nació en Buenos Aires, los orígenes de su familia están estrechamente ligados con Tucumán y los ingenios azucareros.
Si bien el ex ministro de Hacienda y Finanzas es de Buenos Aires, no sería descabellado que el armador radical echara mano de Prat Gay – a quien también imaginan en una primaria presidencial de Cambiemos- para instalarlo en Tucumán, ya que en Buenos Aires, el hombre elegido por la UCR es Martín Losteau.
Prat Gay, Alfonso: su relación con el interior
El ex ministro tuvo algunos comentarios despectivos en relación con el interior de argentino. “Somos una nación con 40 millones de habitantes con un nivel superior de educación todavía respecto de otros países de la región que cada diez años nos dejamos cooptar por un caudillo que viene del Norte, del Sur, no importa de dónde viene, pero de provincias con muy pocos habitantes, con un currículum prácticamente desconocido”, deslizó en una conferencia cuyo video se viralizó en 2015.
En el clip se lo escuchaba decir que: “Bueno, esta también es una pregunta que nos tenemos que hacer de cara al 2020, no vaya a ser que en el 2020 estemos hablando del fulano de tal que vino, no sé, de Santiago del Estero, que no lo conocíamos, apareció de la nada y resulta que se quedó con todo el poder”.
Los Prat Gay en Tucumán
En 1936, la familia Prat Gay estableció una pequeña industria azucarera en Tucumán. De la franja de radicales concurrencistas, la familia fundó en Leales el Ingenio Leales. Fernando de Prat-Gay fue el primer presidente del directorio. Era el abuelo de Alfonso de Prat-Gay.
Si bien el Leales siempre fue uno de los ingenios más chicos de la provincia, era el segundo en cantidad de trabajadores a mediados de los sesentas. En 1965, Fernando de Prat-Gay integró la Comisión Especial del poderoso Centro Azucarero Argentino (CAA), al mando de los Blaquier. Desde allí impulsaron el cierre de once ingenios. Luego, con el golpe de Onganía al año siguiente, se echaron a 200 mil trabajadores del sector de la caña. Sin embargo, los Prat Gay se mantuvieron al margen de los “daños”.
El historiador Roberto Pucci, autor del libro “Historia de la destrucción de una provincia”, indicó en su obra que “los propietarios de ingenios tucumanos, apostando a que la destrucción forzada de los ingenios y la eliminación de los pequeños productores cañeros, favorecía la concentración del poder económico en sus manos, se aliaron a ese plan pese a que en el corto plazo condenaba a toda la provincia a la agonía. En diciembre de 1965, una comisión especial de la CAA, corporación que se encontraba bajo el férreo control de Blaquier-Arrieta, elevó al PEN un plan para el cierre de doce ingenios azucareros y la redistribución provincial de los cupos de producción. Aquella comisión especial de la CAA estuvo integrada por Carlos Pedro Blaquier del ingenio Ledesma y por Alfonso Nogues, Fernando de Prat-Gay (h) y Juan José Sortheix pertenecientes al grupo de industriales tucumanos encabezado por la familia Paz del ingenio Concepción, comprometido en el proyecto de reorganización y monopolización del ázucar”.
En 1976, el Ingenio Leales corrió una suerte similar a la que había tenido en la dictadura anterior. Los Prat Gay aportado sumas importantes por aquella época al Fondo Patriótico Azucarero impulsado por Domingo Antonio Bussi. Jorge de Prat Gay, padre de Alfonso, recibió en aquellos años el cargo principal en el directorio del Banco Nación.
En la actualidad, la Justicia federal tucumana aun investiga qué pasó con cinco obreros azucareros del Ingenio Leales que desaparecieron en la última dictadura.
FUENTE: ELTUCUMANO