Un comerciante está detenido por haberle disparado a un sujeto que habría intentado robarle, lo mismo hizo un sargento de la Policía Federal cuando dos hombres ingresaron a su despensa con intención de robo.
“Está viviendo una pesadilla. Es una persona con diabetes que está privado de la libertad, que no puede trabajar y que su familia está siendo amenazada por la penosa situación que vivió. Además, sus compañeros de encierro saben por qué se encuentra alojado en la comisaría”, dijo Álvaro Zelarayán, defensor de Daniel Leiva, el joven comerciante que se encuentra detenido por haber disparado contra un hombre que supuestamente intentó asaltarlo hace una semana en el barrio 80 Viviendas de Villa 9 de Julio.
Este caso no fue el único. En el barrio Viluco, en el mismo sector de la ciudad, el domingo 28 de mayo, Dante Chávez, sargento de la Policía Federal, hirió mortalmente a Sergio Alejandro Rodríguez y lesionó seriamente a Félix Rafael Trejo cuando habrían intentado asaltarlo en su despensa. El uniformado no fue detenido porque el fiscal Diego López Ávila encontró indicios suficientes para comprobar que se defendió del ataque.
En el caso de Leiva, por el contrario, el fiscal Washington Navarro Dávila ordenó su detención hasta que se resuelva su situación procesal. Cuando declaró en Tribunales, Leiva aseguró que persiguió a dos personas que le habían robado en su corralón de chatarra y que, cuando quiso detenerlos, le dispararon, por lo que él respondió hiriendo mortalmente a Roque Edmundo Santos, que tenía antecedentes por robo. Trascendió que los peritos encontraron vainas que no pertenecerían al calibre del comerciante, por lo que quedaría confirmada su versión.
Zelarayán informó que desde hace una semana que la casa de su defendido cuenta con custodia policial. “Pero no alcanzó. Los allegados y parientes de Santos atacaron la casa de la suegra de Leiva, que también es de la zona. Le arrojaron piedras a su vivienda y terminó herida por un proyectil que le impactó en la cabeza. Todo eso fue debidamente denunciado”, explicó el profesional.
El defensor de Leiva reconoció que el panorama no es sencillo en la zona. “Es una pena que la gente, harta de la inseguridad y de la falta de respuestas, decida armarse y repeler estos ataques debido al estado de indefensión en el que se encuentran. Es muy penoso que la sociedad viva encerrada o con domicilios enrejados mientras los delincuentes se pasean libremente por las calles”, concluyó.
fuente: los primeros