Esto será tras pagar $2400 y evitar los 30 días de pena de contravención. José Javier Martínez Goñi había sido demorado después de conducir en contramano en estado de ebriedad, por la autopista hacia El Cadillal
El conductor de la camioneta que causó terror en la ruta 9 el domingo al mediodía al andar a contramano recibirá este martes la notificación de la pena contravencional que le aplicará el jefe de Policía, Dante Bustamante. La fuerza tiene la potestad de aplicarle hasta 30 días de detención, pero estos podrían ser conmutados por el pago de $ 80 por jornada. Es decir que José Javier Martínez Goñi quedaría libre tras el pago que de ninguna manera superará los $ 2.400.
El conductor será notificado este martes porque se cumplirá el plazo máximo para hacerlo, de 48 horas. Si bien no trascendió la pena que le impondrá la Policía, se supo que Bustamante también tiene facultades para retenerle el carnet por un mes. Además, se labrarán multas en su contra por no tener matafuegos, por tener documentación vencida y por haber conducido en un supuesto estado de ebriedad.
El episodio se vivió el domingo. Durante esa jornada la fiscalía de turno, a cargo de Mariana Rivadeneira, decidió que no se tomaran medidas en contra del hombre, por lo que quedó alojado en la comisaría de Villa Mariano Moreno por una contravención. Sin embargo, ahora la Justicia tendrá que investigar el hecho, porque se confirmó que al menos cuatro de los conductores que se cruzaron con él, lo denunciaron el lunes.
El hombre tiene 34 años y es empresario, según informaron fuentes policiales. “No se acuerda de nada, no sabe ni qué pasó. Salió de El Cadillal y agarró directamente para mano izquierda”, comentaron. Martínez Goñi, que guiaba una Nissan Frontier, emprendió el regreso a la capital en contramano, por la vía de la autopista que circula en sentido sur-norte.
A lo largo de casi 25 kilómetros, el hombre avanzó a gran velocidad, sin siquiera sacar el pie del acelerador cuando se le aproximaban otros vehículos de frente. Las imágenes tomadas por un grupo de jóvenes que viajaban en su mismo sentido, en el carril correcto, así lo demuestran. “Cuando nosotros íbamos a 90 kilómetros por hora, nos dejó atrás. Hubo al menos tres momentos tensos, sobre todo cuando casi choca contra una VW Amarok y otros dos autos que quisieron pasar a un camión. Hubo un momento que es como que les apuntaba a los vehículos”, comentó uno de los testigos de la escena.
Alcohol
Un grupo de jóvenes dieron aviso a la Policía y un patrullero consiguió interceptar a la camioneta a la altura de Las Talitas. Las fuentes dijeron que el conductor bajó la velocidad al ver el móvil policial y se entregó sin resistirse. El secretario de Seguridad, Paul Hofer, confirmó que el hombre se encontraba en estado de ebriedad. “Podría haber sido una catástrofe y hoy estar preguntándonos sobre la política de seguridad vial”, alertó.
Las fuentes consultadas señalaron que, según el dosaje alcohólico, Martínez Goñi tenía 1,02 gramos de alcohol por cada litro de sangre. “Pero se calcula que tenía 1,20 al momento de conducir”, aclararon. Según un estudio realizado por el Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi), las consecuencias de ese nivel de alcohol en sangre al momento de conducir son “cansancio, fatiga y pérdida de la agudeza visual”.
Según fuentes consultadas, en temporada alta la Policía suele detectar unos cinco conductores alcoholizados por día en esa zona y secuestrar 20 vehículos por infracciones a la Ley Nacional de Tránsito, en promedio.
El procedimiento
Los policías se comunicaron con la fiscalía de turno. Desde allí se bajó la orden de que no se tomara ninguna medida en contra de Martínez Goñi. “La Policía detuvo al asesino en potencia que circulaba por ruta 9 en contramano. La Justicia lo dejó libre. Así estamos…”, protestó luego Hofer en su cuenta de Twitter.
Mientras tanto, una joven estudiante se presentó en la comisaría para aportar su relato; contó que viajaba junto a su familia por la ruta cuando se les apareció de frente la Nissan y que temieron por sus vidas.
fuente: los primeros