
Maximiliano Almandoz, un hombre de 40 años que trabaja como mozo en La Rural y tiene un almacén en González Catán, Buenos Aires, quiere vender su riñón para poder pagar la fiesta de quince de su hija.
“Tengo cuatro heladeras y estoy pagando 8.000 pesos de luz, por eso tuve que buscar un segundo trabajo. Esto alcanza para comprar comida y pagar algunas cuentas, nada más”, explicó.
Almandoz publicó su oferta, penada por la ley argentina, en un portal regional. Trabaja 17 horas por día, pero sus dos trabajos sólo le dejan 14 mil pesos mensuales. Es el único ingreso para mantener a su mujer y a sus dos hijos.
“Las ventas del almacén bajaron muchísimo porque la gente consume menos. En la argentina no hay buenos empleos y después del secundario sólo tenés tiempo para trabajar y trabajar”, advirtió en diálogo con el portal latinoamericano Actualidad.Rt.
Desesperado por no poder costear los gastos del festejo, Almandoz se puso a investigar en Internet y descubrió que “se puede vivir con un solo riñón”. “Lo vendo, tengo plata, le hago la re fiesta a mi hija, ella es feliz y no se va a olvidar nunca de ese día. Si salva una vida y puede darle el festejo a mi hija, es un negocio redondo”, sumó.
fuente: contexto
Siento que no hace falta ninguna fiesta de 15 o de 18 para ser, parecer, sentir mejor que nadie.
Te puede doler no tener dinero y tampoco estoy contra las fiestas “comerciales” que se realizan xq son trabajo y dan trabajo a gente que lo necesita seguramente.
Pero al que participa o le festejan no equivocarse, no le hacen distinto o mejor o peor y es tan efímero que a mí me hacen mal xq lo efímero no sé porque me duele.