Un nuevo femicidio ocurrido en suelo salteño sacudió a los vecinos de la localidad de Joaquín V. González. A media tarde, una mujer murió tras recibir cuatro balazos que provenían de una camioneta donde estaba su marido. Todo ocurrió en una céntrica vereda de la localidad, en un horario en el que decenas de personas caminaban por el lugar.
Mariana Segovia, de 38 años, falleció minutos después de las 17 como consecuencia de los impactos de bala en su cuerpo, cuando los médicos del hospital local le brindaban asistencia. Poco después se supo que su esposo y atacante, Sergio Miño, de 40 años, protagonizó un choque con un camión, en la ruta nacional 16, aparentemente cuando huía. Fue trasladado al hospital con fuertes traumatismos y heridas, aunque su vida no corre peligro.
La pareja tenía tres hijos: un muchacho de 21 años, una joven de 20 y un menor de 6 años.
El ataque
Según testigos, Miño habría esperado en su camioneta el paso de su esposa, quien estaría de regreso rumbo a su casa. Cuando la vio, desde el interior del vehículo abrió fuego contra ella. En ese momento varias personas caminaban por ese punto de la ciudad.
“Los testigos dicen haber escuchado cuatro detonaciones”, indicó una fuente vinculada a la investigación. Dos disparos fueron mortales, ya que impactaron en su pecho. La mujer cayó boca abajo sobre la vereda, ante la perturbada mirada de varias personas, que no llegaban a comprender lo que sucedía. Miño salió a toda velocidad en su camioneta, huyendo de la escena y también del pueblo.
Una ambulancia que trasladó a la mujer hasta el hospital. A pesar de las atenciones recibidas, Mariana Segovia falleció en la guardia de emergencias. Un poco más tarde se supo que el esposo había salido por la ruta nacional 16 y que cuando circulaba entre Coronel Olleros y Ceibalito chocó de frente con un camión. La camioneta que conducía Miño quedó muy averiada.
Una patrulla policial y una ambulancia llegaron al lugar y lo trasladaron hasta el hospital de Metán. Desde la Fiscalía Penal de Joaquín V. González se informó que Miño no corre riesgo de vida, por lo que permanecerá internado con custodia policial. Cuando se restablezca su salud será imputado por el homicidio de su esposa.
El fiscal solicitó ayer al Juzgado de Garantías su detención. Oficialmente solo se indicó que la pareja vivía en Joaquín V. González y que Miño trabajaba en la zona rural.
Extraoficialmente, y según el relato de algunos testigos, se dijo que el matrimonio habría tenido problemas y ambos estaban hablando de una separación. El marido se habría resistido a dar ese paso.
fuente: los primeros