Menos de lo que preveía el mercado, el Banco Central decidió este martes bajar la tasa de referencia por primera vez en 13 meses para llevarla al 28%, 75 puntos básicos por debajo del nivel previo, en busca de ponerla en línea con la modificación de las metas de inflación para el corriente año, anunciada el 28 de diciembre pasado.
En este marco, ante indicios de que el recorte de las tasas iba a ser moderado, al cierre de las operaciones del mercado de cambio el dólar revirtió la tendencia alcista del primer tramo y terminó a $ 19,31, tras tocar un máximo de $ 19,41, con lo que retrocedió tres centavos respecto de la cotización inicial de $ 19,34 con que arrancaron las negociaciones del día.
En los fundamentos de la determinación adoptada por el Directorio del Central, el comunicado señala: “En la última semana de 2017 se anunció el diferimiento de la meta de inflación de largo plazo (5% anual) al año 2020, y nuevas metas intermedias de 15% para 2018 y 10% para 2019”.
“Ese sendero es ahora el objetivo de la política monetaria del Banco Central de la República Argentina (BCRA)”, subrayó la entidad que preside Federico Sturzenegger.
Asimismo, recordó que en diciembre “se dio a conocer, además, una secuencia de transferencias del BCRA al Tesoro que para 2019 reduce en términos nominales dicha asistencia a la mitad de la ya establecida para 2018 y que, para los años subsiguientes, está definida por una regla automática no vinculada a la tasa de inflación sino al crecimiento real de la demanda de dinero”.
De esta manera, la autoridad monetaria se mostró precavida y gradualista a la hora de avanzar en el camino de reducción de la tasa de interés registrada de manera ímplicita con la modificación de metas de inflación, con lo que desairó a quienes apostaban para hoy por una baja del costo del dinero de dos puntos porcentuales o más.
En su análisis, el BCRA subrayó que en las últimas semanas se conoció el resultado del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), con pronósticos recabados hasta el 28 de diciembre, donde “la inflación esperada para 2018 aumentó de 16,6% a 17,4%”.
Este incremento, según la entidad, se fundamento “en la corrección de precios regulados, puesto que la expectativa de inflación núcleo se mantuvo estable en 14,9%” para el nuevo año.
En tanto, para 2019 la expectativa de inflación creció de 11,3% a 11,6% (la núcleo se redujo de 10,4% a 10%) y por primera vez se relevó un pronóstico para 2020, que resultó de 8%, indicó el REM.
En los comunicados del 12 de diciembre y del 26 de diciembre el BCRA enfatizó que la inflación núcleo había quebrado el nivel de persistencia observado entre mediados de 2016 y mediados de 2017, pero que la política monetaria mantenía un fuerte sesgo contractivo para evitar un contagio de los aumentos de precios regulados a la inflación núcleo.
Por otra parte, también se señalaba, en ambos comunicados, que los datos de alta frecuencia mantenían una dinámica favorable.
En el comunicado de hoy, el BCRA reconoce que el IPC de diciembre -que será informado por el Indec el jueves- reflejará el fuerte aumento de precios registrado en el sector regulado (en especial, gas y electricidad), al tiempo que volvió a enfatizar que el proceso de desinflación se ha encarrilado a lo largo del último semestre.
“La inflación núcleo de los últimos tres meses se ubicó, en términos anualizados, cerca del 18% y los datos de alta frecuencia indican que esta dinámica favorable persistió a lo largo del mes de diciembre y en los primeros días de enero”, sostuvo la entidad monetaria.
El BCRA añadió: “En este contexto, una baja en la tasa de interés de referencia evita que se incremente el sesgo contractivo de la política monetaria”.
Para dejar meridianamente clara su posición de prudencia y gradualismo, el Banco Central subrayó que “será cauteloso en la adecuación de la política monetaria al nuevo sendero de desinflación”.
“Naturalmente, si se busca una menor velocidad de desinflación que la planeada originalmente, corresponde un sendero de política monetaria menos contractivo que el que antes se preveía”, agregó.
“Pero esa moderación en el sesgo contractivo sólo podrá sostenerse en el tiempo en la medida en que la evolución de la desinflación sea compatible con la trayectoria buscada”, advirtió la entidad presidida por Federico Sturzenegger.
En el cierre del comunicado, el Banco Central ratificó que “conducirá su política monetaria para alcanzar su meta intermedia de 15% en el año 2018”, a tono con la corrección anunciada el 28 de diciembre pasado en una rueda de prensa en Casa de Gobierno en la que participaron el jefe de Gabinete, Marcos Peña; los ministros de Hacienda, Nicolás Dujovne y de Finanzas, Luis Caputos; y Sturzenegger.
fuente: ambito