El Pago Fácil y Lubricentro robado en Famaillá está a menos de 30 metros de la comisaría. El dueño de los locales consideró muy raro que no había policías ni siquiera en la puerta de la dependencia. Un descuido, la clave, para dar con uno de los asaltantes.
Dos delincuentes, armados y a cara descubierta robaron anoche dos locales ubicados en pleno centro de Famaillá. Se llevaron cerca de $1,500,000 la recaudación de los días viernes, sábado, domingo, lunes y martes que no se pudo depositar por el paro bancario de 48 horas.
Todo ocurrió en menos de cinco minutos relata Daniel Martínez, el dueño de los negocios, en LOS PRIMEROS.
Llegaron alrededor de las 20:30 a comprar aceite, pagaron con un billete grande por eso el empleado del lubricentro recurrió a él, que ya estaba cerrando el Pago Fácil, en busca de vuelto y ahí comenzaron los cinco minutos que pareciendo cinco años, declaró Martínez.
“Uno sacó un chumbo y me lo puso en la cabeza, me golpea, me tira al piso y me ata las manos, al chico que trabaja conmigo lo mismo” recuerda.
Con información precisa de cómo funcionaba el negocio uno de los sujetos va directamente hacia el buzón y la caja chica sacando los fajos de dinero, su compañero seguía encañonando a Martínez. Con toda la recaudación en un bolso huyen en una moto, ahí lo esperaba otro cómplice.
Inmediatamente Martínez corrió hacia la comisaría, le debe haber tomada cerca de 5 minutos llegar al lugar, a él le pareció mucho menos, ahí pidió ayuda pero los policías, lo que le llamó la atención, en vez de salir a buscar a los delincuentes que hacía sólo momentos habían escapado, le tomaron la declaración de lo ocurrido.
“Me parece muy extraño, no había policías ni siquiera en la puerta, nosotros estamos en una zona céntrica” relató Martínez.
Un descuido
El malviviente que encañonaba a Martínez perdió su celular mientras escapaba. “Estaba apagado, sin batería, en la comisaría lo cargan y cuando lo prenden vemos fotos y sin dudas es él, es el que me apuntó con el arma, también aparece la moto en la que escaparon” detalló el hombre.
“Si no se le caía el celular no había forma de identificarlos” insiste Martínez teniendo en cuenta sobre todo el accionar policial.
Estaban tranquilos recuerda, “no estaba drogados, sabían que al partido lo ganaba sin ninguna duda” lamenta el hombre que piensa que no podrá recuperarse del golpe.
“Me parece que pierdo todo, estoy loco, agradezco sólo que estoy vivo, no se cómo no me han pegado un tiro” puntualizó.