Su nombre era Sergio y ahora su DNI dice que es Sergia a pesar de que nunca confesó, al menos a su entorno laboral, que se haya reconocido mujer.
Un vacío legal permitió a un hombre de Salta cambiar de sexo con el supuesto fin de jubilarse a los 60 años. Se trata de Sergio Lazarovich quien ahora se llama Sergia y, aunque no haya confesado hasta ahora públicamente una autopercepción femenina, decidió aprovechar esta posibilidad que da la ley para no tener que esperar cinco años más trabajando, algo que, según compañeros, nunca fue su afición.
Se trata de una persona que hace muchos años trabaja en las oficinas de la AFIP de Salta pero, según personas que trabajaron con él, se acostumbró a vivir de licencia en licencia laboral para no tener que presentarse en las oficinas como le correspondía.
El caso lo dio a conocer ayer Eduardo Feinmann por radio La Red quien, basado en un tuit de un usuario que comentaba -amaparado en el anonimato- sobre la revolución que el caso generó entre los compañeros de trabajo. “Estupor, incredulidad y sinrazón porque un compañero de laburo se cambió el DNI a sexo femenino cuando es bien sabido que es masculino, cuando es bien masculino y tiene pareja”, expresa el texto que explica que todo esto se habría hecho para que Lazarovich pueda jubilarse este año a los 60, edad que pronto alcanzará.
La jubilación todavía no la consiguió pero todo estaría ya encaminado, según informaron a este medio desde las distintas dependencias oficiales por donde deben hacerse los trámites. Una de las fuentes consultadas fue el presidente del Consejo Profesional de Ciencias Económicas, Jorge Alberto Paganetti quien confirmó que Lazarovich presentó una nota con una nueva identidad, Sergia Lazarovich, para pedir que en su registro de matrícula se le cambie el nombre, algo que todavía no se concretó pero está pendiente de estudio.
“No hay nada que nos impida tomar este tipo de trámite”
Informado de este tema, el director del Registro Civil de Salta, Matías Assennato también confirmó el cambio de género de Lazarovich, si bien aclaró que el trámite se concretó en el último tiempo en oficinas de Tucumán.
Sobre si puede haber un abuso de derecho en estos casos consideró que es muy “difícil de probar” y que lo que se realiza desde el Registro Civil es simplemente “asegurar” el cumplimiento de la Ley de Identidad de Género. Y aclaró que tal ley detalla que en ningún caso se debe acreditar intervención quirúrgica, terapias hormonales o tratamiento psicológico de tipo alguno.
El único requisito,detallló, es una “solicitud manifestando que está amparado por la ley de identidad de género” y luego es sólo un “trámite administrativo” en el que anota el nuevo nombre, género y se mantiene el mismo número de documento. Las condiciones solo cambian en el caso de los menores.
“No hay nada que nos impida el tomar este tipo de trámite”, informó Assennato y consideró que el único panorama que imagina en el que podría haber un reparo o atención en su oficina es si una persona cambia, por ejemplo, cada dos años de género. Sin embargo, aclaró que hasta ahora no conoce de trámite por identidad de género que haya necesitado alguna observación.
Sobre el caso que hoy se mediatizó, afirmó que desconocen si es cierta la finalidad de Lazarovich de solo buscar un beneficio jubilatorio pero que en el caso de haber habido un abuso de derecho, el asunto debería discutirse en la Anses.
Sobre los cambios de identidad de género que hubo en Salta informó que en 2012 hubo 147, en 2013 123, en 2014 70, en 2015 77, en 2016 80, en 2017 62 y en lo que va de 2018, 14.
FUENTE: EL TRIBUNO