Hoy los pobres son, por excelencia, los niños por nacer, que nos piden a los responsables de tomar decisiones: déjennos vivir. Nosotros queremos ser su voz”, exclamó ayer el arzobispo de Salta, Mario Cargnello, al encabezar el tedeum en la capital provincial. El atronador aplauso que acompañó su afirmación contrastó con el gesto adusto y la evidente tensión que reflejó el rostro del gobernador Juan Manuel Urtubey .
El mensaje de Cargnello se dio en medio del debate sobre la despenalización del aborto y de una fuerte polémica por un caso de abuso sexual en la provincia, que obligó al gobierno de Urtubey a adherir al protocolo nacional de aborto no punible que rige desde 2015.
“Que se juzgue al violador y se lo condene. No al inocente”, reclamó el arzobispo, quien denunció a las “empresas sanitarias abortistas, responsables de favorecer esta mentalidad del permisivismo sexual, en menosprecio de la maternidad y en clara indiferencia frente a la violencia de género contra la mujer”.
fuente: lanacion