Un Mercedes Benz se desplazaba por la ruta nacional 9 en el sector de ingreso a la ciudad de Metán, en el sur de Salta, con dos hombres en su interior y fue detenido por un control policial de rutina. Cuando los uniformados inspeccionaron el auto y escudriñaron en el dispositivo de seguridad del airbag, encontraron 18 panes de cocaína de alta pureza que totalizaban 19.700 gramos, casi veinte kilos del polvo blanco cuyo valor se estima en dos millones y medio de pesos. Uno de los dos hombres que traficaba la droga se trataba de Néstor Ángel López, primo hermano del ex gobernador y actual senador senador nacional Juan Carlos Romero (su madre es hermana de la madre de Romero) y tío de la diputada provincial Bettina Romero.
Néstor Ángel López tiene 61 años y fue parte del directorio del diario El Tribuno, además de director de El Tribuno Tucumán, hasta que vendió su parte presionado por la familia Romero. Durante un tiempo se había distanciado de la tradicional familia salteña e incluso llegó a fungir como arrepentido, denunciando a su primo senador por la venta de tierras de modo ilegal en el caso que se conoció como La Ciénaga, por el cual la provincia compró con fondos estatales terrenos que traspasó a privados.
“Efectivamente es primo del senador, pero no tienen ninguna relación -dijo a Infobae un vocero del senador Romero-. Este señor lo denunció a Romero en varias ocasiones al punto de que es denunciante de la causa de La Ciénaga. Este señor expresó su odio a la familia, no se hablan desde los noventa”.
“Hay un cerco informativo sobre el caso en los grandes medios de la provincia -dijo a Infobae, Silvana Brezina, directora de Revista Norte, de Orán-. El Tribuno informó de la detención, pero también omitió el vínculo familiar”.
–¿Qué implicancias puede tener esta detención?
–Acá todo el poder político está sospechado. Pero también el judicial y el legislativo y todo marcado por el silencio de los grandes medios provinciales. Salta tiene una de las fronteras más desprotegidas del norte porque existen pocos accesos oficiales de Bolivia a la Argentina. Sin embargo, hay caminos secos o atravesados por el río en los que no hay control oficial, no hay aduana ni gendarmería.
La causa, que permanece bajo secreto de sumario, se tramita en el juzgado federal de Salta, a cargo del juez Julio Bavio.
fuente: analisis digital-infobae