Anticipan que la estabilidad cambiaria de octubre y noviembre atenuaría las caídas.
El estimador mensual de actividad económica (EMAE) registró la sexta caída consecutiva y marcó en septiembre una baja del 5,8% respecto al mismo mes del año anterior.
Las contracciones más significativas se dieron en el comercio (-12,8%) y la industria manufacturera (-10,8%), con el agravante que a su vez son las dos actividades de mayor incidencia en el conjunto de la economía.
Otras de las ramas más golpeadas fueron Transporte y comunicaciones (-4,6%) y Construcción (-2,9), que empieza a reflejar poco a poco el parate de la obra pública.
En contraposición, entre los sectores que presentaron un mayor dinamismo se encontraron la intermediación financiera (2,7%) -una de las más favorecidas por el gobierno Macri-, la pesca (2,8%); y la agricultura, ganadería, caza y silvicultura que subió un 2,2% dando por finalizado el efecto sequía.
De esta manera, se profundiza la contracción y ya se puede hablar técnicamente de recesión al tener dos trimestres consecutivos de retrocesos. A su vez, en los primeros nueve meses del año la baja alcanza el 1,5% contra el mismo período del 2017 y se estima que para fin de diciembre gire en torno del 2,5% y un 3%.
La contracción fue mucho mayor a la registrada en agosto -cuando la relativa paz cambiaria con un dólar a $28 permitió una caída menos profunda del 1,6%- y así volvió a los niveles de mayo y junio donde había disminuido en un 5,2% y un 6,8%.
Tal es así, que en la comparación de un mes a otro, septiembre marcó una baja del 1,9%, rompiendo las rachas de julio y agosto que habían mostrado crecimientos del 1,4% y 1,3%, respectivamente.
Según los especialistas, la recesión continuará en los próximos meses aunque con una menor intensidad a partir de la estabilidad cambiaria lograda en octubre y noviembre con un dólar en torno a los $37 en promedio.
En octubre, la aceleración de la inflación que llegó al 5,4% y el aumento de las tasas de interés que tocó máximos del 74% que enfriaron todo el canal del crédito, difícilmente permita un cambio demasiado drástico respecto a septiembre.
Pero ya en noviembre, la desaceleración inflacionaria, la baja de tasas y el control cambiario seguramente presentaran mejores resultados a los de este mes que se erigió como uno de los peores de todo el 2018.
fuente: lapoliticaonline