Tucumán bate récords en homicidios y Manzur improvisa.
El diputado José Cano afirmó que el gobernador, Juan Manzur, debe asumir su fracaso en la lucha contra la inseguridad. Además, le reclamó soluciones inmediatas para la crisis carcelaria que enfrenta Tucumán, con unos 1.000 presos alojados en las comisarías.
“El gobierno de Manzur y de Osvaldo Jaldo repite errores sin asumir culpas. Los últimos anuncios en materia de seguridad son la más cruda confirmación de sus fracasos. Cuestionaron la decisión del Gobierno nacional de ampliar los límites para el uso de armas a las fuerzas federales, pero ahora impulsan un proyecto para darle poder de fuego a vigías urbanos a los que transformarán en policías municipales sin darles la formación adecuada para ese rol. Mucha improvisación para un área en la que las fallas se pagan con vidas de los tucumanos”, planteó el referente de Cambiemos.
El martes, Manzur había anunciado la compra de armas a Israel para equipar a la policía y dos proyectos de ley vinculados con la regulación de policías municipales. “Hace años planteamos que había que cambiar el régimen de adicionales para garantizar más policías en las calles, también que era indispensable tener más agentes en el interior donde la inseguridad ha crecido bajo el amparo del poder. En 2013 presentamos al gobierno de José Alperovich del que formaban parte Manzur y Jaldo, un plan integral de seguridad que nunca escucharon. Hoy improvisan, trabajan a prueba y error privilegiando anuncios rimbombantes por sobre políticas de largo plazo. Tucumán batió récord de homicidios y muertes violentas este año. Esas son las consecuencias de estos juegos del poder”, concluyó.
Cano mantuvo una reunión hoy con funcionarios del área de Seguridad de la Nación. Junto al secretario de Gestión Federal del Ministerio de Seguridad de la Nación, Enrique Thomas; y al secretario de Cooperación, Pablo Noceti, analizaron alternativas para solucionar la crisis carcelaria en Tucumán. En la provincia, hay unos 160 presos por delitos federales, de los cuales alrededor de 50 están alojados en comisarías.
FUENTE: LA GACETA