
Personal policial se hizo presente esta madrugada de Año Nuevo, a las 3 de la mañana, en un domicilio de calle Larrea al 100, por una denuncia de violencia doméstica realizada al 911.
Allí encontraron a una mujer de 33 años, que indicó que su pareja -un policía de 44 años- se encontraba en el interior del domicilio, muy violento, en estado de ebriedad y arrojando copas y vasos al piso.
Los policías ingresaron al domicilio, y el hombre hizo entrega en forma voluntaria de su arma reglamentaria.
Pero luego prosiguió realizando desmanes e insultando a su pareja. Cuando los policías intentaron detenerlo, el hombre alzó a su hijito de 10 meses, “y en el afán de escudarse para no ser aprehendido lo tomó fuertemente con sus manos y empezó a presionar el cuello del menor con intenciones de ahorcarlo”.
Los policías de manera progresiva lograron quitarle el bebe de sus manos para luego reducirlo y trasladarlo detenido a la Comisaría Segunda.
El menor fue derivado al Hospital de Niños, donde quedó internado con un traumatismo de cuello.
Se instruye una causa por maltrato infantil, lesiones y violencia doméstica.
fuente: contexto