No es la primera vez que ocurre en nuestra provincia que el “Derecho de Admisión” de un lugar se usa en forma incorrecta y se convierte en un motivo de denuncia por discriminación. Esta vez le tocó a Gimena Zelaya, la joven que fue atropellada por un policía y que perdió una pierna. El pub La Morocha de Yerba Buena, del empresario Sebastián Alperovich, le negó la entrada y ella lo difundió en las redes.
La joven de 25 años contó lo que tuvo que pasar el sábado por la noche, cuando no la dejaron ingresar al pub supuestamente por tener amputada una extremidad.
Los dueños del lugar se hicieron cargo de lo sucedido, pidieron disculpas públicamente y aseguraron que no es la ideología del bar rechazar a nadie. Más tarde se comunicaron por privado con Zelaya y expresaron que tomarán las medidas correspondientes con el personal que tomó esa decisión.
El accionar del personal del lugar se convirtió en un tema polémico que se viralizó instantáneamente a través de las redes. Miles de tucumanos repudiaron lo sucedido y prometieron no regresar.
“Como dueño me hago cargo de la situación y tomaré medidas luego de escuchar al personal que contraté. No puedo sacarle el mal momento a Gimena, pero le pido disculpas y les aseguro a todos que no es la esencia del lugar. En nuestras fotos pueden verse muchas personas con discapacidad disfrutando del pub”, expresó Sebastián Alperovich, el dueño del bar.
Agregó que hay cosas que como dueño “se escapan” yq ue no fueron órdenes del dueño. “Lamentablemente el chico hizo mal su trabajo y como dueño asumo la responsabilidad, porque nos representa”, dijo.
Por su parte, Zelaya manifestó que fue muchas veces al lugar y que nunca había tenido problemas para ingresar.
La joven contó que sus amigos habían ingresado al pub y cuando llegó su turno de entrar le preguntaron si tenía invitación o si estaba en una lista, a lo que ella respondió que no, porque al lugar no se ingresaba con esa metodología. “Mis amigos acaban de pasar pagando la entrada”, contó que le dijo al guardia.
“Me dijeron ’no podés pasar por tu condición’”, aseguró Gimena y agregó que el hombre de seguridad dijo que las órdenes eran del encargado del bar.
Gimena confirmó que los dueños de lugar se comunicaron por mensaje privado, a través de las redes, y que le ofrecieron disculpas. “Las acepto, pero no es suficiente. Ni yo ni nadie puede pasar por una situación así por tener una discapacidad”.
“En un momento sentí vergüenza, como si yo estuviera haciendo algo que era malo. Pero no, no hice nada. Solo tengo una pierna amputada”, sentenció la mujer.
Su tragedia ocurrió alrededor de las 8 del miércoles 9 de febrero de 2016, cuando Rubén Villamayor López perdió el control del Peugeot 206 que conducía y embistió a un auto estacionado, que luego atropelló a Zelaya, en la zona de la Rambla de Mar del Plata. Su pierna derecha quedó aplastada contra una pared y esa misma mañana se la amputaron a la altura de la rodilla.
fuente: contexto