Diego Armando Maradona fue ingresado el sábado por la noche a la Clínica Olivos donde quedó internado y se someterá a una operación por un sangrado estomacal que lo aqueja hace tiempo.
La intervención había sido programada hace una semana cuando Diego estuvo en el mismo centro médico realizándose estudios de rutina que precisa para presentar el apto médico que requieren en el fútbol mexicano y así poder retomar sus funciones como entrenador de Dorados de Sinaloa.
Durante esos estudios, los médicos consideraron que lo mejor para Maradona sería operarse cuanto antes y así frenar el sangrado estomacal que le genera molestias cotidianas.
Esta dolencia tiene su origen en un bypass gástrico que el 10 se realizó en Colombia en 2005. Allí se produjo una irregularidad en la intervención que le provocó una hernia hiatal y, con el tiempo, le produjo el sangrado en el estómago.
Con esta internación buscan cortar el sangrado y terminar con estos problemas de salud que arrastra Diego para poder volver a México y continuar con su trabajo en Dorados.
En los últimos años, Maradona vivió varias internaciones. La más grave se dio en 2004 cuando fue hospitalizado en la Clínica Suizo Argentina de Buenos Aires. Diego se recuperó de un cuadro de hipertensión y de insuficiencia respiratoria por la que tuvieron que conectarlo a un respirador artificial y estuvo en observación durante 11 días.
La semana pasada el país se sorprendió al enterarse del ingreso de Diego a la Clínica Olivos y se dispararon versiones diversas sobre su estado. Pero enseguida salió el propio Maradona al cruce: “Fui a hacerme resonancias. Los boludos son como las hormigas, están en todos lados. No pasó nada. El amor no cambia: todos me desearon lo mejor”, aseguró.
fuente: clarin