En la capital tucumana se prohibió que “trapitos” cobren por el estacionamiento en el microcentro. Sin embargo, siguen funcionando y la polémica continúa. Esta vez, una mujer afirmó que recibió amenazas por parte del cuidacoche por no pagarle $130 que le cobró.
Eugenia Sadir contó que la primera vez que tuvo un incidente con el cuidacoche fue hace menos de un mes. “Le dije que por qué tanto ($130), que me estaba cobrando lo mismo que en un estacionamiento”, le contestó cuando el hombre, de mala forma según lo que contó la mujer, le pidió el dinero por cuidar su auto. “Me decía que eso le tenía que pagar porque estaba desde las 7, que qué me creía yo. Le pagué para escaparme”, expresó Eugenia.
Ayer, Sadir contó que volvió a pasar por esa situación y con el mismo “trapito”. La mujer, según detalló, fue con una amiga a buscar su auto que se encontraba estacionado en Rivadavia y Corrientes. “Nos subimos, puse seguro y empezó a golpearme el vidrio para que le pague, le dije gracias y arranqué”, contó.
El mal momento ocurrió nuevamente hoy. “Me vio venir y me increpó para que le pague lo de ayer”, dijo Sadir y agregó que cuando le sacó una foto bajó el nivel de agresividad. “Me preguntaba por qué me fui sin pagar y le dije que yo leí que ellos no pueden cobrar”, aseguró.
Funcionarios de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán aclararon que el estacionamiento pago en las calles de la ciudad no está controlado, por lo que el cobro está prohibido. Y Enrique Romero, subsecretario de Tránsito y Transporte, explicó que por esto, a la gente no le corresponde pagar lo que los trapitos exigen. Especificó que sí se puede darles un monto a voluntad.
La mujer comentó que de lunes a viernes deja su auto en otras zonas, como por ejemplo en Balcarce o Corrientes, y que le paga al chico que cuida los autos porque pide a voluntad y es amable. “Este sujeto exige el pago de $130 pesos, que es un montón y encima de mala forma”, opinó.
FUENTE:LOSPRIMEROS