Cecilia Guerra asumió hace un mes como directora del Museo Casa Histórica de la Independencia, cargo al que había accedido por concurso en abril del año pasado. Pero, por las vacaciones, ni siquiera pudo contactarse con el personal.
Sabe que la gran deuda que tiene la institución con la sociedad es el espectáculo de Luces y Sonidos de la Independencia (que se interrumpió en 2018), y le cuenta a este diario que la Nación lo prometió para julio. Es una puesta audiovisual que realiza el recorrido histórico de los fundamentos que llevaron a la declaración de Independencia; se recorre el espacio mientras se escucha el relato de la época y proyecciones de imágenes y luz en el interior de la casa.
De todos modos, hay otros problemas más graves, que urgen en ese espacio: techos en peligro de derrumbe y falta de agua en los baños, nada menos.
La directora confiesa que no tiene presupuesto por lo que los trabajos van muy lentos; “nos manejamos sólo con una caja chica que envía la Nación”. Pero aseguró que la entrada seguirá siendo gratuita. “El tema edilicio se está tratando en Buenos Aires. Ellos nos van a decir los pasos a seguir”, puntualizó.
– En su gestión que no lleva un mes, ¿qué prioridades se fijó?
– Mis prioridades son arreglar los techos del área de servicio y del área de reserva. Poder mejorar el tema de los baños y el agua, que son refacciones muy profundas. Volver a montar el espectáculo de Luces y Sonidos de la Independencia, por supuesto. Y poder realizar una serie de actividades más allá de las visitas guiadas. Que podamos profundizar en talleres no sólo para los escolares sino para todas las familias. Debo aclarar que todavía no he podido tomar contacto con todos los empleados, por las vacaciones, pero está claro que en los proyectos para este año, aprobados desde Buenos Aires, no he participado ni tuve injerencia, así que tengo que informarme.
– ¿Se ha avanzado en esas refacciones? Recuerdo que en un momento el año pasado no había agua en los baños…
– El Gobierno nacional hizo algunos trabajos en 2016 (para el Bicentenario) y luego hubo pequeñas cosas que se arreglaron. Pero tenemos el problema en el sector de baños, que hay que mejorarlo enormemente, porque es un arreglo grande el que hay que hacer. También en los techos y sobre todo en el área de reserva donde está el patrimonio… está todo muy lento; el problema es que no contamos con un presupuesto y la obra es muy cara. El tema de la falta de agua en los baños continúa, pero la idea es subsanarlo lo antes posible.
– Hablemos del presupuesto.
– Es sólo una caja chica que envía la Nación. No podemos todavía generar ingresos; en realidad, ningún museo nacional puede manejar dinero y eso se hace a través de las asociaciones de amigos. En estos momentos no está en funciones esta asociación aquí; la idea es que lo haga cuanto antes, para poder tener otros ingresos. Cuando los miembros de la comisión -que sigue siendo la misma- regrese de vacaciones, vamos a conversar sobre cómo acelerar ese trámite. Pero aún no nos hemos reunido. Enero es un mes particular porque todos se toman sus merecidas vacaciones.
– ¿Ese dinero cómo se maneja?
– Es plata que va a una cuenta del Ministerio de Educación, y eso va luego a la Secretaría de Cultura; posteriormente llegará al Museo de la Casa Histórica de acuerdo con lo que se necesita y se va requiriendo. Todo este tema del dinero está muy organizado y controlado desde la Nación. Nosotros necesitamos contar con otro presupuesto, porque detrás de todo lo que la gente ve en su visita, hay mucho trabajo interno que necesita contar con otros ingresos.
– ¿Y la entrada?
– Seguirá siendo gratuita. El ingreso libre incrementó notablemente la afluencia de visitantes, sobre todo de los propios tucumanos, que se han acercado mucho. Intentamos hacer convenios con distintas instituciones para que todos los tucumanos puedan disfrutar de la Casa Histórica. La recaudación vendrá por otro lado, a través de la venta de algún souvenir que se pueda hacer, pero eso estipula Nación. Que la gente se quede tranquila: no se cobrará el ingreso.
– ¿Por qué el retraso del espectáculo?
– El retraso se debe a una situación de Buenos Aires; son decisiones de la Dirección Nacional de Museos; había que comprar los equipos nuevos que llegaron a fines del año pasado y se llevaron los que teníamos prestados. Había que corregir el guion, que se mejoró; hubo cambios sobre temas que no correspondían, y trabajamos con el área de investigación; hubo llamados de atención de algunas cosas que no correspondían históricamente, trabajamos para ello con la investigadora Valentina Mitrovich. El Gobierno nacional nos dijo que el objetivo es que en julio esté en funcionamiento. Tienen que venir los técnicos a enseñarle a la gente de aquí cómo se utilizarán los equipos, y es algo que lleva tiempo, porque es muy complejo.
fuente:losprimero