Tras conocer que los subsidios a esta firma se incrementarán este año entre un 27% y un 40%, el candidato liberal prometió el cierre de la aerolínea de bandera y una ley para limitar el derecho de huelga aerocomercial.
Luego de conocerse que el estado nacional le terminará girando entre 250 y 275 millones de dólares a Aerolíneas Argentinas este año, el candidato liberal José Luis Espert arremetió contra la gestión actual y prometió el cierre de la firma de bandera.
“Voy a cerrar ese nido de vagos donde se procrean estos gremios aeronáuticos que son una verdadera pesadilla para el ciudadano que pretende volar. También vamos a decretar una ley que sancione a la aeronavegación como servicio público esencial, con lo cual va a quedar limitado el derecho de huelga”, aseguró a LPO.
El enojo del economista radica en el incumplimiento de las metas proyectadas por el ex presidente de Aerolíneas Mario Dell’Aqua, quien a mediados del 2018 había prometido “subsidio cero” para este año.
Lejos de llegar a este punto de equilibrio, la firma estatal demandará entre un 27% y un 40% más de fondos públicos que en 2018, según reconoció el propio ministro de Transporte Guillermo Dietrich. “Todos los sectores de la economía con costos en dólares tuvieron enormes desafíos este año”, justificó.
A pesar del impacto de la devaluación, la cifra sorprendió a los especialistas del sector, dado el récord de 912.000 pasajeros transportados en julio. “Acabamos de hacer un relevamiento estadístico que para nuestra sorpresa, muestra que la mayor cantidad de pasajeros las mueve el avión y no el bus como se creería. En este contexto es inexplicable que Aerolíneas tenga pérdida”, subrayó Fernando Delfín Iglesias, especialista en economía del transporte.
Para Iglesias, este cuadro se genera por dejarle a la aerolínea de bandera la exclusividad de operación en las rutas menos rentables, cuando en aquellas que podría tener una mayor ganancia le “imponen” a las low cost y a Latam.
“Estas maniobras poco claras fueron el disparador de la renuncia de Isela Costantini, una de las mejores funcionarias que tuvo este gobierno, y que fue la primera en alcanzar metas de eficiencia. Ella logró un equilibrio operativo entre las rutas rentables de las no rentables, pero Dietrich le impuso un modelo de low cost y por eso se fue”, explicó Iglesias.
De acuerdo a Iglesias, Aerolíneas debería mantener la operación de las rutas que dan pérdida por su carácter de “línea de bandera que debe tener un enfoque distinto a una empresa aerocomercial privada”. No obstante, a mediano plazo propone que estos destinos sean cubiertos por el ferrocarril, que no sólo le cuesta menos al Estado, sino que “permite masividad a bajísimo costo para los pasajeros”.
Desde el polo opuesto a esta visión, en las filas de Espert consideran pésima tanto la gestión actual como la de Costantini, quien terminó siendo públicamente respaldada por los combativos dirigentes sindicales del sector por su política “anti ajuste”. “Es uno de los ejemplos de que este gobierno hace kirchnerismo de buenos modales”, manifestaron a este medio.
fuente: lapoliticaonline