
Las protestas masivas fueron lideradas por organizaciones indígenas.
La Defensoría del Pueblo de Ecuador informó el jueves de que, desde el inicio de las protestas en Ecuador hace una semana, cinco personas han muerto, 554 han resultado heridas y 929 han sido detenidas en el contexto de las mismas.
Según AFP, la principal organización indígena de Ecuador dio un portazo al diálogo abierto con el gobierno para resolver la violenta crisis que en una semana deja cinco muertos y cientos de heridos en manifestaciones.
“Nada de diálogo con un gobierno asesino”, proclamó la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) en un comunicado firmado por su presidente, Jaime Vargas. Además, agregó que las medidas se van a radicalizar con más fuerza en los próximos días.
La Defensoría del Pueblo cuenta ya cinco civiles muertos, incluido un dirigente indígena, desde el inicio de la protesta el 2 de octubre. Ocho policías también están en poder de militantes de la Conaie en el coliseo donde hierven los ánimos contra el jefe de Estado.
El gobierno ecuatoriano afirma que detuvo a 17 extranjeros, la mayoría venezolanos, en el aeropuerto internacional de Quito con información sobre los desplazamientos de Moreno.
Por su parte, el Presidente Lenin Moreno volvió a acusar a su antecesor Rafel Correa de conspiración en alianza con Nicolás Maduro.
El mandatario de Ecuador resiste respaldado por el mando militar, las gremios económicos más poderosos y la derecha política a la que se acercó después de romper con Correa.
En estas horas, la ONU y gobiernos de la región manifestaron su preocupación por la escalada de violencia en el país.
ORIGEN DEL CONFLICTO
Con el argumento de que su antecesor Rafael Correa le dejó un país endeudado, el presidente ecuatoriano Lenin Moreno firmó con el Fondo Monetario Internacional un acuerdo para un préstamo de 4203 millones de dólares. A cambio, Ecuador puso en marcha un duro plan de ajuste que incluye 20.000 despidos en la administración pública, una reducción de 30 a 15 días de vacaciones anuales para los empleados estatales, y una flexibilización de la ley laboral.
Pero la medida que arrojó a sectores como los transportistas y los indígenas a las calles en movilizaciones sin precedentes desde hace una década, fue la eliminación de los subsidios que mantenían a los combustibles a un precio relativamente barato. El costo que generaba al Estado ecuatoriano era de 3000 millones de dólares anuales.
“Desde que el Ecuador es país exportador de petróleo al principio de los años setenta, se mantuvieron durante largo tiempo los subsidios para los combustibles. Y en cada ocasión que se los intentó sacar o aumentar las naftas, lo que provocó reacciones populares y sociales”, recuerda Alberto Acosta, economista y ex ministro de Energía bajo la presidencia de Rafael Correa en 2007. Y aunque esos subsidios “beneficiaban más a los sectores más acomodados que a los sectores populares, son considerados como una conquista social”, constata Acosta.
El exministro estima que Moreno debería haber revisado los subsidios “con criterios sociales o ecológicos”. Para justificar la serie de medidas de austeridad, Moreno acusó a Rafael Correa de haber endeudado al país. Desde Bélgica, el ex presidente Correa rechazó las acusaciones y estimó que no había necesidad de implementar un “paquetazo”.
Primero, el gobierno de Lenin Moreno subestimó el impacto del aumento del precio de la gasolina en el poder adquisitivo de la población. “El estancamiento económico, unido a la caída del precio del petróleo, a los recortes del personal público, de por lo menos 20.000 personas en los últimos dos años, dio como resultado un ascenso de los niveles de pobreza”, detalla Romero.
“El segundo error consistió en minimizar las medidas de compensación. La única medida de compensación del gobierno es el aumento de 15 dólares a los receptores del bono de desarrollo y aumentar el número de beneficiarios en 300.000 personas. ¡Pero lo único que hizo el gobierno es reincorporar a los que salieron del sistema en los últimos dos años!”, lamenta el economista de la Universidad Andina.
En tercer lugar, Romero denuncia el desequilibrio de un plan que “incluye golpes a los sectores más vulnerables de la sociedad ecuatoriana y la eliminación de una fracción del impuesto a la salida de divisas, la eliminación de aranceles para una serie de materias primas. Medidas que benefecian claramente al sector empresarial”. “Esto es la primera parte en proceso de ajuste que apunta a implantar en el Ecuador un neoliberalismo de lo más salvaje”, concluyó Romero
FUENTE: TELEFETUCUMAN Y NANDUTY