
Para perder algunos kilos no hace falta hacer un estricto plan de comidas sino modificar algunas rutinas que ya están incorporadas. Con unos pequeños cambios en la vida cotidiana, el peso ideal estará cada vez más cerca. Desde preparar y organizar bien las comidas, hasta dormir 8 horas, hay múltiples variantes para elegir y ganarle a la balanza.
La idea de una dieta estricta para bajar algunos pocos kilos de más es aterradora para algunas personas. Por eso, se pueden realizar pequeños cambios en la vida cotidiana que llevarán a grandes resultados. Enfrentar a la balanza es complejo, pero nada es imposible si no se pierde la paciencia.
Evitar almacenar alimentos poco saludables
Alejarse de las tentaciones es un buen truco. Comprar frutas y alimentos light para darle batalla a la ansiedad de comer es un comienzo para bajar de peso. De todas formas, tampoco prohibirse darse gustos.
Comer más seguido
El secreto para no sentir hambre es comer pequeñas porciones en reiteradas veces al día. Las colaciones son claves para no generar atracones en las cuatro comidas. Estas tienen que ser bajas en calorías, como una fruta o un puñadito de frutos secos.
Disminuir el consumo de gaseosas
No hay nada mejor que el agua. Las gaseosas impiden la sensación de saciedad y están llenas de aditivos y azúcares. Si se desea tomar algo dulce, un jugo natural de fruta es una gran alternativa.
Dormir bien
Estudios demuestran que la falta de sueño está relacionado con el aumento de peso. Varias son las razones por las cuales la persona engorda cuando no duerme bien, entre ellas que el cuerpo no tiene energía y por eso pide alimentos calóricos. Se recomienda un descanso de 8 horas por noche.
Disfrutar de las comidas
Es importante no distraerse mientras uno come. Mirar el celular o la televisión es una mala idea, ya que los pensamientos están en cualquier lado menos en alimentarse y eso hace que la persona sienta que no comió lo suficiente. Por otro lado, hay que masticar bien y saborear cada bocado.
Caminar
No solo la dieta balanceada hace que la persona baje de peso, sino que el ejercicio físico es fundamental para una vida sana. El más sencillo y gratis para realizar es caminar. Si se realiza esta actividad por una hora a un ritmo de 5 km/h, la persona quema aproximadamente 230 kcal. Además, se pueden incorporar a la rutina hábitos como subir las escaleras, o usar la bicicleta para ir al trabajo.
Tomar agua cuando se siente un “atracón”
A veces, la persona confunde el hambre con nervios, sed o ansiedad. Antes de atacar la alacena buscando galletitas o alfajores para calmar los ánimos, tomar una buena cantidad de agua puede aminorar esas ganas de “comerse todo”.
Condimentar bien las comidas
Si se busca cambiar los hábitos alimenticios por unos más saludables, la clave para no rechazar las verduras y alimentos sanos es un buen condimento. Pueden ser salsas, picantes, o una sabrosa guarnición bajas en calorías.
Disminuir el consumo de alcohol
Además de que aportan una generosa cantidad de calorías, hacen que el metabolismo se ralentice y deshidratan las células. Nada supera al agua. De todas formas, no prohibirse de tomar un trago en una reunión social si así se desea.
Preparar las comidas
Cocinar los propios platos hará que se evite comprar comidas “chatarras” en la calle o en el horario de almuerzo en la oficina. No olvidar llevar snacks para la merienda o colación. La organización es la clave.
fuente:urgente24