
Hoy, más de un año y medio de aquel momento, el Rectorado consideró “tales conductas como gravemente lesivas de la conducta digna y decorosa que debe observar quien aspira a desempeñar funciones como docente en una Universidad Pública” y resolvió exonerar de su cargo en la Facultad; una victoria del movimiento estudiantil y de mujeres que no bajaron los brazos en todo este tiempo.
A través de las redes sociales, estudiantes mujeres de la carrera y ex alumnas de Hassan compartieron los dichos misóginos que realizaba en clases.
“Este fallo marca un precedente para salir a pelear por los casos y las denuncias que hay en la Facultad, por que no es el único”, expresó Anahí Rodriguez, de la Comisión de Género de ADIUNT, quien acompañó a las estudiantes en su lucha.
Desde que se hicieron públicas las denuncias, el tema tomó una gran relevancia a nivel local y nacional. Los y las estudiantes, acompañados por el movimiento de mujeres y feminista, realizaron movilizaciones dentro de la Facultad para que el caso no quedé en el olvido. “Se conformó un movimiento que logró esta victoria después de casi dos años de lucha continua. Hace 30 años que él ejerce abuso, hostigamiento, violencia y acosos hacia las mujeres y desprecio hacia las disidencias”, expresó Rodriguez.
El 30 de abril de 2018, y a raíz de la gravedad y magnitud que tomó el caso, empezó a regir el Protocolo Antiviolencia de Género en la Universidad de Tucumán, que había sido aprobado en diciembre de 2017.
Gracias a esa herramienta, las estudiantes presentaron formalmente la denuncia ante las autoridades universitarias por acoso, malos tratos y falta de respeto a las mujeres. En junio de ese año fue separado de su cargo y se siguió adelante con el protocolo.