El número de muertos por la epidemia de un nuevo coronavirus ya superó los 360 el lunes, y de esa forma superó el número de víctimas registrado en el país durante la crisis por el SRAS, hace dos décadas.
Las autoridades sanitarias chinas reportaron 57 decesos en las últimas 24 horas, en el peor saldo diario desde que el nuevo coronavirus fue detectado en diciembre en Wuhan, la capital de la provincia de Hubei.
De esta forma, el numero de muertos alcanzó los 362, siendo 361 de ellos en territorio chino y uno en Filipinas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya declaró la emergencia internacional por causa de la epidemia, y el sábado se reportó el deceso de un paciente en Filipinas, el primero fuera de China.
Desde hace dos semanas los 11 millones de habitantes de Wuhan están prácticamente aislados del mundo, y en general los 56 millones de habitantes de Hubei enfrentan severas restricciones para salir de sus viviendas, en una tentativa de contener la propagación.
Este cuadro torna al nuevo coronavirus más letal que el responsable por la epidemia de Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS), que provocó 349 muertos en China en 2002-2003.
Aquella epidemia también se había propagado por varios países, y en total dejó un balance total general de 774 muertos, en su mayoría en Hong Kong.
Impacto económico
El coronavirus también tiene un impacto económico cada vez más fuerte, por el cierre de negocios en China, la suspensión de viajes internacionales y el impacto en las líneas de producción de las principales marcas internacionales.
Los mercados bursátiles en Shanghái y Shenzhen cayeron casi un 9% el lunes por la mañana cuando los inversores regresaron de un feriado del Año Nuevo Lunar que se había extendido para evitar que la gente viajara por China.
En Wuhan -que de un bullicioso centro industrial se transformó en una ciudad casi fantasma- los residentes conviven con un profundo temor de contraer el virus.
Sus instalaciones médicas están abrumadas y el gobierno corre contra el reloj para construir dos nuevos hospitales en plazos extraordinariamente rápidos.
El primero de ellos, una instalación de 1.000 camas, debía abrirse el lunes, solo 10 días después de que comenzara la construcción.
Según los medios estatales, alrededor de 1.400 médicos militares tratarán a pacientes en ese hospital, denominado “Fire God Mountain”.
Sin embargo, con el aumento del número de muertos en Wuhan y en otras partes de la provincia de Hubei, aún no es claro qué impacto general tendrían los hospitales en el combate a la propagación del coronavirus.
En una señal preocupante de su rápida expansión a otras partes de China, la enorme ciudad industrial oriental de Wenzhou, a casi 800 kilómetros de Wuhan, fue colocada el domingo bajo un bloqueo similar, en una gigantesca cuarentena.
Las carreteras en Wenzhou fueron cerraron y sus nueve millones de habitantes recibieron la orden de permanecer en sus viviendas.
Las autoridades anunciaron que solamente un residente por hogar en Wenzhou puede salir cada dos días para comprar artículos de primera necesidad.
Control de viaje
La aparición del nuevo virus coincidió con el Año Nuevo Lunar, cuando cientos de millones de chinos viajan por todo el país en aviones, trenes y autobuses para reuniones familiares.
El feriado, originalmente programado para finalizar el pasado viernes, se extendió por tres días para dar a las autoridades más tiempo para administrar la crisis.
Pero algunas ciudades importantes, incluida Shanghái, extendieron las vacaciones nuevamente, y muchas escuelas y universidades retrasaron el inicio de clases.
El domingo, cuando se esperaba que millones de personas regresaran a las ciudades donde residen, el tráfico por carretera disminuyó un 80 por ciento, informó el ministerio de transporte.
El número de casos confirmados de contaminación en China también aumentó significativamente el lunes, pasando de 17.200.
Contener la propagación
La primera persona en morir fuera de China a causa de esta epidemia fue un hombre de 44 años, originario de Wuhan, que viajó a Filipinas, informó la Organización Mundial de la Salud.
Los países del G7 -Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos- ya tienen casos confirmados de personas contaminadas.
Los siete países discutirán una respuesta conjunta, dijo el domingo el ministro de salud de Alemania, Jens Spahn.
Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda e Israel han prohibido la visita de ciudadanos extranjeros si han estado en China recientemente, y también han advertido a sus propios ciudadanos que no evitar viajes a territorio chino.
Mongolia, Rusia y Nepal han cerrado sus fronteras terrestres.
fuente: EFE