Se lo dijo ayer el presidente del BCRA, Miguel Pesce, en una reunión con representantes de los bancos en la que fue acompañado por el ministro Kulfas; es una apuesta por impulsar el consumo
El Gobierno está dispuesto a jugar en las próximas horas una nueva carta para dar impulso al consumo: si los bancos no le acercan en breve una propuesta para bajar las tasas que cobran por financiar consumos con tarjetas de crédito, el Banco Central (BCRA) avanzará con una norma para fijarles un tope.
El pedido y la conminación quedaron planteados en una reunión que mantuvieron ayer a media mañana en el Ministerio de Desarrollo Productivo el titular de esa cartera, Matías Kulfas, y los presidentes de las dos cámaras en que se agrupan las entidades financieras privadas con negocios en el país (Javier Bolzico, de Adeba, y Claudio Cesario, de ABA) y el director ejecutivo de Atacyc, que representa a los emisores de tarjetas de crédito y compra, César Bastién.
Al encuentro, previsto inicialmente para analizar la marcha del programa Ahora 12, no casualmente se sumó el jefe del Banco Central (BCRA), Miguel Ángel Pesce, quien venía de recibir el fin de semana una precisa instrucción del presidente Alberto Fernández para lograr una pronta reducción de esas tasas, tras participar de una cena en la residencia de Olivos para celebrar entre amigos el cumpleaños de uno de los armadores del Frente de Todos, Eduardo Valdez.
La apuesta oficial es que en marzo, un mes de aumento sensible en los gastos (algo relacionado con el comienzo del ciclo lectivo), las familias tengan la posibilidad de financiar parte de esos consumos a menor costo, un aliciente con el que -confían- se animen a gastar.
El malestar del Presidente está relacionado con cartas y reclamos personales que recibió al respecto, acompañados de fotos de los resúmenes donde aparece el elevado interés que los bancos cobran por financiar consumos en pesos realizados con tarjetas de crédito. Se trata de tasas que bajaron muy tenuemente en los últimos dos meses, mientras el resto de las tasas pasivas (que se pagan por los ahorros) y activas (en especial por préstamos a empresas) cayeron marcadamente siguiendo o hasta ampliado la reducción del 63 al 44% que tuvo el tipo de interés de referencia para la economía.
De hecho, van del 70 al 260% anual (en el caso de financiaciones que dan las cadenas o supermercados a través de los plásticos que emiten) y del 110% al 140% en los bancos privados con grandes carteras.
Una idea fija
Según pudo establecer LA NACION por consultas con fuentes oficiales y privadas, el reclamo al respecto se coló a poco de comenzar la reunión. Y se reiteró aun cuando los bancos sostuvieron que parte del costo de ese tipo de financiamiento deriva de lo que les cuesta sostener los programas oficiales de estímulo al consumo Ahora 12 y Ahora 18.
“La mitad de lo que la gente está pagando por consumos con tarjetas viene de esos planes de compras en cuotas. Y nosotros somos los que absorbemos la tasa para que las cuotas lleguen sin interés al público”, plantearon antes de sugerir calzar la baja de tasas general para este tipo de financiamiento a una revisión al alza de la tasa del 20% que hoy tienen esos programas (sugirieron llevarla al 30%), lo que los funcionarios rechazaron de plano.
“No tiene sentido ese planteo cuando el Gobierno viene impulsando una baja de tasas y ha conseguido una reducción de la inflación”, contestó Kulfas, que estuvo secundado en la reunión por la secretaria de Comercio Interior, Paula Español.
A esto se agregó el planteo de Pesce (que asistió acompañado por el gerente general del BCRA, Agustín Torcassi), quien les advirtió que si no recibía una propuesta de reducción de la tasas que aplican a financiar consumos con tarjetas avanzaría en una norma para fijarles un nuevo tope. Como ese techo está fijado hoy en relación con la tasa que los bancos cobran por los préstamos personales (del 64,4% anual promedio hoy), se presume que buscaría disponer un nuevo límite para esos créditos.
Por lo pronto, la reunión cerró con un compromiso por renovar los planes de compras en cuotas (vencían a fin de marzo), aunque ajustando sus alcances, ya que, según los bancos, hoy permiten a los comercios incluir bienes de consumo importados, como ropa y relojes, “y no es la idea ¿no?”, azuzaron. En eso encontraron eco entre los funcionarios, ya que esos programas buscan además alentar la producción local. Lo demás ya está definido. Es una baja que deberá llegar por persuasión o por imposición normativa.
fuente: la nacion