La soja por sí sola sumaría u$s 513 millones y el resto vendría de la mano de los cereales. En el contexto global, el precio de la oleaginosa está a la baja impulsada por el efecto Coronavirus.
Si el 3 % del aumento de las retenciones se implementara para los 3 principales cultivos (trigo, maíz y soja), descontado las compras hechas por los exportadores, el Estado recaudaría 582 millones de dólares extra, indica un informe realizado por el ingeniero agrónomo Néstor Roulet, productor agropecuario y ex Secretario de Agregado de Valor del gobierno de Mauricio Macri.
Las alarmas se encienden en el campo y se percibe un malestar en aumento en las bases de las entidades que exigen movilización y acciones rápidas a sus entidades. La semana anterior se esperaban medidas concretas del lado de la producción frente al run run de que se viene el aumento del 3% de retenciones a partir de marzo, cuando se inaugure la Asamblea Legislativa de 2020. Allí, el presidente de la Nación Alberto Fernández podría hacer uso de la facultad que le otorgó el Congreso al aprobar la Ley de Solidaridad y Reactivación Productiva para aumentar los Derechos de Exportación.
El caso es que la semana anterior las entidades estaban analizando los pasos a seguir cuando el gobierno los llamó a una reunión y desarticuló –momentáneamente- las manifestaciones. Aunque anticiparon medidas de cierres de comercialización. A nivel macro siguen las negociaciones por la deuda, y ante la falta de un plan de pagos y crecimiento de la economía local todo hace prever que el 3% no será sólo un malestar pasajero. Como bien lo expresó Néstor Roulet, el gobierno está “rascando el tarro” con estos nuevos aumentos. De acuerdo a su estimación, “Si el 3 % del aumento de las retenciones se implementara para los 3 principales cultivos (trigo, maíz y soja), descontado las compras hechas por los exportadores, el Estado recaudaría 582 millones de dólares extra y la producción dejaría de percibir entre retenciones y subsidio al mercado interno 714 millones de dólares”. Vale considerar que la otra cara de la moneda son los productores, a los que les preocupa enormemente el aumento en tanto verán mermar sus ganancias al punto de llevarlos en muchos casos a tener números en rojo. En especial a los arrendatarios y a quienes producen alejados de los puertos. “Con este posible aumento del 3 % de las retenciones a la soja, el productor recibirá prácticamente 10 dólares menos por tonelada. Recibirá 211 U$S/tn contra los 221 U$S/tn actuales y los 322 U$S/tn que tendría que recibir si vendiera su soja como lo hacen en todos los países productores del mundo”, expresó. Por las retenciones la producción tendrá una pérdida de ingresos de 6.080 millones de dólares en la campaña 2019/20. Como siempre, la gran aportante sería la soja, en parte por su marcado protagonismo entre los cultivos. Recordemos que se siembran casi 19 millones de hectáreas con la oleaginosa (algo así como la mitad del área agrícola de la Argentina). Roulet destaca que “si el aumento de las retenciones se realizara al complejo sojero, el estado recaudaría 513 millones de dólares extras y el sector dejaría de percibir (por las retenciones y subsidios al mercado interno) 563 millones de dólares”. Maíz y soja agregarían 50 millones adicionales que parecen ayudar poco a los números macroeconómicos pero que sin duda pueden llevar a tener números en rojo a más de un productor. Y sobre llovido, mojado. Porque el nuevo gran flagelo que atormenta a la economía mundial es el Coronavirus y lo que supone para el mercado de commodities, siendo China un actor preponderante. Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario destaca que por el cese de actividad productiva en la principal región industrial de China tanto la demanda como la oferta del gigante asiático se ha recortado, poniendo un límite a sus posibilidades de crecimiento en 2020. “La caída en el consumo chino se refleja en una reducción de los precios de los commodities y agrega un fuerte fundamento bajista al mercado de la soja que atraviesa una fase de claro estancamiento”. Con lo cual, tampoco cabría esperar precios altos para los productores. Así… con precios a la baja y aumento de retenciones no quedan muchas posibilidades. Según el informe de Zorraquín + Meneses, Consultores de negocios de agro, son muchos los productores preocupados por saber qué hacer con miras a la próxima campaña o cuando la realidad los golpee. “Existen dos caminos bien marcados: 1- hacer lo menos posible, sobrevivir, mantenerse a la expectativa o 2- invertir puertas adentro de las empresas para modernizarlas, capacitar a sus empleados, incorporar tecnología, acomodar las empresas a normas fitosanitarias y de buenas prácticas, certificar normas… todos procesos que tardan no menos de dos años y tienen como objetivo ser más eficientes, bajar costos, desarrollar productos e innovar. Difícil encrucijada y cuya respuesta será distinta en función de la expectativa empresaria”. (Zorraquín + Meneses) (Fuente www.perfil.com). El periodismo profesional es costoso y por eso debemos defender nuestra propiedad intelectual.
FUENTE: PERFIL