Los tests rápidos de coronavirus no funcionan.
Las autoridades del gabinete de crisis explicaron que es un lote de 9 mil test adquirido a un proveedor de China, que han sido devueltos. La embajada china denuncia que la empresa a la que le compraron las autoridades del Estado español, carece de licencia.
Sus fallas fueron comprobadas por distintos laboratorios de microbiología de grandes hospitales: no detectan los positivos como se esperaba, apenas reconocen un 30% de los casos, cuando el margen de asertividad tendría que ser de un 80%.
La conclusión de los expertos que evaluaron estos kits de detección es que habrá que seguir utilizando la prueba actual, la PCR, que tarda hasta cuatro horas en dar resultados y que requiere personal y equipamiento muy especializado.
Mientras se pierde tiempo valioso con compras fraudulentas y material que escasea en los lugares donde más se lo necesita, España lidera la tasa de contagios entre trabajadores sanitarios: 6.500, más del 13% del total de infectados.
La empresa es Shenzhen Bioeasy Biotechnology que “no ha conseguido todavía la licencia oficial de la Administración Nacional de Productos Médicos de China para vender sus productos”, según las autoridades chinas.
El miércoles pasado, el Gobierno anunció que ha encargado más de 5 millones de este tipo de test rápidos, pero se desconoce si son del mismo fabricante. También anuncio que ha encontrado nuevos proveedores para los kits, mientras está estudiando cómo producir los siguientes test en el país, pero están a la espera de que alguna empresa se haga cargo.
Basta de desidia e ineptitudes que cuestan vidas. Si los test que se pueden realizar ahora son PCR es urgente que se capacite de forma inmediata a miles de estudiantes de medicina, técnicos e investigadores para poder realizarlos en la próxima semana, sumándose a la red sanitaria estatal en condiciones dignas y seguras de trabajo.
Al mismo tiempo, es urgente que se intervengan todas las empresas químicas y farmacéuticas que sea necesario para ponerlas bajo control de sus trabajadores, reclutando miles de científicos y técnicos disponibles, para que se fabriquen en serie cientos de miles de nuevos kits que permitan hacer un testeo masivo de la población, tal y como lo pide la OMS.
No sólo en el Estado español
El Estado español no es el único país que ha denunciado la fiabilidad de los test rápidos. El gobierno de la República Checa está recibiendo críticas después de que los 300.000 test que adquirió de China por un montante de 1,83 millones de euros no estén funcionando como se esperaba, y están mostrando hasta un 80% de tasa de error.
Pavla Svrčinová, del Instituto de Epidemiología de la Universidad de Ostrava, explicó que instalaron unas estaciones de testeo en el Hospital Universitario de la ciudad checa para emplear estas pruebas de anticuerpos. “Por suerte, también tomamos muestras para seguir analizándolas y entonces nos dimos cuenta de la tasa de error de los tests”, dijo al periódico ’Seznam Zpravy’.
Según publica hoy el mismo diario, el Instituto Nacional de Salud Pública checo advirtió a principios de marzo que los test de anticuerpos podían fallar y que en ningún caso debían ser considerados equiparables a los PCR o basarse en ellos para apoyar un diagnóstico.
La debilidad de este tipo de dispositivos, en palabras del instituto checo a sus médicos, es que no cubren la llamada ’ventana inmunológica’, esos primeros 5-7 días después de la infección, cuando los individuos son más infecciosos pero aún no han generado anticuerpos.
FUENTE: LAIZQUIERDADIARIO