Desde un principio, la postura de la seguridad estaba lejos de intentar solucionar el problema, por lo que la médica le pidió a sus papás que hablen con la Asociación de Vecinos de Nordelta para buscar una salida al conflicto, pero no hubo respuesta.
“Me quedo acá hasta que me dejen pasar”, advirtió la mujer, por lo que decidieron llamar a la policía que, en lugar de llevar luz al tema, sumó confusión.
“No hay posibilidad de contagios, porque la gente està aislada y nosotros tomamos todas las precauciones”, explicó la mujer, quien agregó que el efectivo policial no le quiso dar su nombre.
Finalmente y tras casi cinco horas de negociaciones, el abogado que contactó la médica permitió que la dejaran pasar, aunque el pase definitivo aún no está habilitado.
Lo más grave de la situación fue que, minutos antes de pasar la barrera, uno de los hombres de seguridad la amenazó diciéndole que si divulgaba la foto donde él aparecía, ella iba a conocer las consecuencias.