“Guayaquil ya no tiene lugar para enfermos ni para muertos”. Lo advirtió la alcaldesa Cynthia Viteri. Es el epicentro del brote en Ecuador. El mismo lugar que hasta hace poco mostraba imágenes de cuerpos tirados en las calles. Ahora se suma otro drama: no encuentran a sus familiares fallecidos. En las morgues les dan los cadáveres equivocados.
No le echo la culpa al hospital o a la morgue. Había gente muriéndose en la entrada. Yo quisiera que mi papá apareciera y darle una cristiana sepultura, darle un ramo de rosas a mi viejo“, dijo un hombre a quien le entregaron un cadáver que no era el de su padre.
La víctima fatal tenía 76 años, era un paciente que recibía diálisis, y la obstrucción de un catéter le causó la muerte el 31 de marzo.
El hijo fue a buscar el cuerpo dos días después en el tanatorio del hospital Los Ceibos, destinado a pacientes con coronavirus y el mayor de Guayaquil, donde se encuentra el foco de mayor contagio en Ecuador, que ya ha matado a más 400 personas en ese país y del que se han contagiado más de 8.000.
La morgue estaba repleta, al punto que, según relató, sobornó a uno de los empleados con 150 dólares para recuperar el cuerpo de entre los 170 que, según le informaron, había en el lugar.
Era tal el colapso, añade, que las autoridades instalaron un contenedor refrigerado para conservar a otros 46 cadáveres. Recibió la bolsa y la abrió para ver a su padre, pero se encontró con el cuerpo de otra persona, “un hombre con bigote y con ropa diferente“.
“El señor tenía el brazalete que te ponen cuando ingresas al hospital y decía Rodríguez“, relata. Entonces le dieron la oportunidad de hurgar entre los muertos, incluidas víctimas de la covid-19.
“Si no hubiera habido este problema yo busco muerto a muerto a mi papá, pero yo me exponía“. Castillo desistió de la búsqueda ante el temor a contagiarse.
El caos hospitalario y funerario por la pandemia, agravado por el toque de queda que impusieron autoridades para detener la propagación, llevó a que muchos cuerpos pasaran días en las viviendas antes de ser retirados.
El gobierno ecuatoriano, que en las últimas semanas sacó cerca de 1.400 cadáveres de casas y hospitales de Guayaquil, informa a través de un portal electrónico dónde ha enterrado los cuerpos. Dos cementerios han sido ampliados para tal fin.
En ese marco, un grupo de afectados se está organizando para presentar una demanda contra el Estado. “No se puede entender que teniendo los servicios funerarios, nunca entregaron el cadáver o lo perdieron o confundieron“, expresó el abogado que los representa y concejal de Guayaquil, Héctor Vanegas.
“La familia tiene derecho a saber el destino de su pariente muerto. Los familiares dicen que llegan los muertos con identidades cambiadas, o llegan hombres cuando son mujeres“, agrega el abogado.
Vanegas está elaborando una lista de afectados y ya ha recibido 190 llamadas telefónicas, aunque varias de ellas sin corroborar.
“Llegaba muerta a la casa, a llorar por todo lo que veía, cadáveres pudriéndose, con gusanos”, describió, en tanto, la trabajadora de una funeraria.
FUENTE: URGENTE24