Gracias a la gran concentración de licopeno, el tomate es el aliado fundamental en la lucha por la reducción de la presión arterial. Varios estudio se realizaron para comprobar su eficiencia y todos tuvieron resultados esperanzadores.
La presión arterial alta es una enfermedad frecuente en la que la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias con el transcurso del tiempo es lo suficientemente alta como para poder causar problemas de salud, como enfermedades cardíacas.
Se puede tener presión arterial alta (hipertensión) durante años sin tener ningún síntoma. Por lo general, se va desarrollando en el transcurso de muchos años y, finalmente, afecta a casi todos, según informa la Clínica Mayo.
Pero hay algunos remedios naturales para controlarla y reducirla. Los investigadores Tamami Odaim, Masakazu Terauchi, Daisaku Okamoto, Asuka Hirose y Naoyuki Miyasaka, de la Universidad Médica de Tokio, en Japón, publicaron un estudio en el que se averiguaron las cualidades cardioprotectoras del jugo de tomate (sin sal) y sus resultados han sido esperanzadores.
El estudio se llevó a cabo con un grupo compuesto por 184 hombres y 297 mujeres a los que les dieron tanto jumo de tomate como ellos quisieran durante todo un año. Los participantes debían tener riesgos de sufrir una enfermedad cardiovascular, como hipertensión y niveles altos de colesterol.
Los sujetos de estudio mostraron cambios positivos. Por ejemplo, la presión sanguínea sistólica pasó de una media de 141,2 milímetros de mercurio a 137,0 mmHg. Los valores normales son entre 80 y los 120 mmHg. Por otro lado, la presión diastólica de los participantes disminuyó de los 83,3 mmHg hasta los 80,9 mmHg.
También se redujo el colesterol LDL (el malo). A lo largo de este año, los valores cayeron desde los 155,0 mg/dL hasta los 149,9 mg/dL.
“Este estudio es el primero en investigar los efectos del tomate (o de sus productos) sobre los marcadores de riesgo de enfermedad cardiovascular durante el transcurso de un año en una población con un rango de edad variado“, indicaron los autores.
Otra investigación realizada por el Centro Médico Soroka de Israel dio resultados similares. La inquietud por investigar el tema se basó en el hecho de que los italianos tienen menor prevalencia de personas hipertensas que en otras partes del mundo.
Se seleccionó a un grupo de pacientes que sufrían de hipertensión y se les dio una serie de suplementos de tomate durante un mes. Todos los miembros del grupo mostraron una significativa mejoría. La explicación de los científicos es que los tomates contienen licopeno, un potente antioxidante que se asocia con la prevención de enfermedades cardíacas.
Otros alimentos de origen vegetal contienen licopeno, pero no en mayores cantidades que los tomates. Otros nutrientes encontrados en los tomates incluyen flavonoides como la rutina, kaempferol y quercetina, así como luteína (carotenoide), vitamina C, folato y potasio.
Las personas con bajos niveles de licopeno en la sangre desarrollan un mayor riesgo de aterosclerosis, también conocida como acumulación aguda de placa, así como una mayor densidad y rigidez arterial.
¿Cómo hacer un rico jugo de tomate? Aquí, una receta: