Aquel viaje de fines de octubre en el que, al regreso, fueron detenidos Jesús Busto y Mabel Costilla, con una carga de 120 kilos de marihuana valuada en $ 18 millones, no habría sido el único en el que participaron los jóvenes tucumanos, hoy detenidos por la Justicia Federal de Santiago del Estero.
Según trascendió, entre los compañeros de trabajo del Busto corre el rumor de que no era la primera vez que el empleado del Siprosa, afectado al programa “Tucumán te Cuida” salía de la provincia para ingresar por el puesto fronterizo al que había sido destinado desde que comenzó la pandemia de Covid-19.
Ingresar a la provincia desde Santiago del Estero por Las Cejas, le permitía superar los controles sin problemas del lado tucumano, pero aquel 26 de octubre los nervios de su acompañante al volante del Chevrolet Onix en el que viajaban los puso en evidencia ante los policías del otro lado del límite.
Otro dato que surgió del entorno laboral es que el joven fue destinado al puesto de control como castigo. Algunos de sus compañeros lo calificaron como un sujeto conflictivo, que al parecer pidió a otros empleados del Siprosa dinero prestadoque nunca devolció.
Este es precisamente el perfil que buscan los narcotraficantes para elegir a los encargados de transportar las sustancias ilegales: personas con facilidad para sortear controles y con problemas económicos que se solucionarían con el muy buen dinero que pagan por ese “trabajo”.
Hoy el objetivo de la fiscal federal santiagueña Indiana Garzón es determinar de quién es el embarque de droga que decomisaron. Por el momento esa información no puede ser obtenida de Bustos o de Costilla, porque tanto el empleado del Siprosa como la secretaria de un conocido ginecólogo de barrio Norte, se negaron a declarar.
Poco más que eso se sabe de la joven que manejaba el auto con la droga. Su familia se negó a hablar en público asegurando que están a la espera del momento adecuado para “limpiar su nombre”. Soólo tracendió que su relación con Busto data de los años en los que trabajaron juntos en un sanatorio tucumano.
FUENTE:CONTEXTO