
La jueza Cynthia Lorena Rocha ordenó el desalojo inmediato y en forma pacífica de los puesteros que se resisten a dejar el Mercado del Norte. La magistrada tomó la decisión luego de escuchar el testimonio de una perito especializada, quien confirmó que existe riesgo de peligro inminente.
La jueza señaló que más que un desalojo, debe haber un plan de evacuación, comunicado en persona, con el objetivo de salvaguardar la vida de esas personas. Rocha enfatizó que no se debe tratar a las personas que están en el lugar como si estuvieran cometiendo el delito, sino como trabajadores que protegen sus productos y sus trabajos. Sólo en caso extremo de resistencia, se usaría el desalojo por la fuerza.
Durante la audiencia que se desarrolló esta tarde el primero en tomar la palabra fue Ignacio Ferrari, apoderado de la municipalidad. El funcionario enfatizó que “existe un riesgo actual e inminente de derrumbe y que esto se traduce en un peligro, tanto para las personas que están adentro, como para el patrimonio y para los locales comerciales que están alrededor”
Consultado por la jueza, el funcionario también reconoció que “la municipalidad no tiene vínculo contractual con los puesteros”. Es más, dijo que la Municipalidad no tiene una nómina de estos puesteros. Ferrari no sabe quiénes son.
Después Ferrari pidió que además de desalojar a los actuales ocupantes del predio, se designe una consigna policial en el ingreso, para evitar que vuelvan a instalarse.
La perito ingeniera Carolina Fernández dijo que el viernes a las 11 se les avisó que explotaron dos columnas. En su momento estas columnas tenían un revestimiento de aluminio, por lo cual era imposible constatar su estado. “Con esta ruptura, empezaron a deformarse las vigas y las losas. Desde el sábado, apuntalamos toda la zona de estas dos columnas y las vigas que sostienen. Este trabajo tiene que hacerse en todo el perímetro”, dijo.

“Yo no recomendaría ingresar a ninguna parte del mercado, sólo a las personas especializadas que están haciendo el apuntalamiento”, dijo.
Terminar el trabajo de apuntalamiento les llevaría dos semanas. Y saber si el mercado va a resistir una refacción o deberá ser demolido de manera parcial o total llevará otros 90 días.
fuente: contexto