La Arquidiócesis de Puerto Príncipe denunció en un comunicado que “la violencia de las bandas armadas” está adquiriendo proporciones “sin precedentes” y el gobierno no hace nada. 7 religiosos católicos fueron secuestrados el domingo en Croix-des-Bouquets.
El miércoles 14/4, en medio de la grave crisis institucional y de seguridad que atraviesa el país, el Primer Ministro de Haití, Joseph Jouthe, presentó su renuncia.
El presidente, Jovenel Moise, aceptó la dimisión a través de la misma vía que fue realizada, la red social Twitter.
El hasta entonces canciller, Claude Joseph, asumirá el cargo.
Jouthe no informó el motivo de renuncia, afirmó solamente que fue “un honor” servir a su país y agradeció a los miembros de su Gobierno y “a los socios técnicos y financieros” por su colaboración.
“Esta noche presenté mi renuncia al presidente de la República, su excelencia el señor Jovenel Moise. Ha sido un honor servir a mi país como primer ministro”, escribió.
Jouthe había sido designado Primer Ministro en marzo de 2020 pero su nombramiento nunca llegó a ser ratificado por el Parlamento, que se encuentra clausurado desde enero de ese año por la no celeración de las elecciones previstas para 2019.
“La renuncia del Gobierno, que acepté, permitirá abordar el flagrante problema de la inseguridad y continuar las discusiones con miras a alcanzar los consensos necesarios para la estabilidad política e institucional de nuestro país”, anunció Moise.
Haití es el país más pobre del continente americano, situación agravada por la pandemia del Covid-19, y atraviesa un período oscuro de inseguridad, con pandillas practicando secuestros para extorsionar y obtener dinero de manera impune.
El fin de semana, una banda armada secuestró a 10 personas, entre ellos 7 clérigos católicos (5 haitianos, así como una monja y un cura franceses) y 3 familiares de un sacerdote que no está entre los secuestrados.
La Iglesia católica apostólica romana denunció que el país ha descendido “al infierno” y el gobierno no hace nada.
Los secuestradores exigen un rescate de US$ 1 millón.
“Desde hace algún tiempo, hemos sido testigos del descenso a los infiernos de la sociedad haitiana”, dijo la Arquidiócesis de Puerto Príncipe, la capital, en un comunicado, en el que afirma que “la violencia de las bandas armadas” está adquiriendo proporciones “sin precedentes”.
“Las autoridades públicas, que no hacen nada para resolver esta crisis, no son inmunes a la sospecha. Denunciamos la complacencia y la complicidad de donde venga”, añade el comunicado emitido al día siguiente del secuestro, que tuvo lugar en Croix-des-Bouquets, al noreste de la capital.
El secuestro tuvo lugar cuando los religiosos se dirigían “a la instalación de un nuevo párroco”, el padre Loudger Mazile, dijo el portavoz de la Conferencia Episcopal de Haití.
“Estamos tratando de rezar mientras también estamos activos. Estamos negociando. El contacto se hace, eso es importante”, dijo a AFP el superior de la Sociedad Sacerdotal de Santiago, con sede en Francia, a la que pertenecen los 5 religiosos haitianos secuestrados.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia anunció que activó su unidad de crisis tras el secuestro, aunque no dio más detalles “por razones de eficiencia y seguridad”.
fuente:urgente24