La iniciativa del diputado Walter Correa, firmada también por el tucumano Cisneros, busca resarcir las consecuencias sufridas por el cierre de los ingenios durante la dictadura militar de Onganía.
El diputado y sindicalista Walter Correa presentó en el Congreso Nacional un proyecto que busca crear un Fondo de Reparación Histórica, de Fomento y Desarrollo Económico Social y Cultural para los pueblos de la provincia de Tucumán (Fo.R.H.T.), para resarcir las consecuencias sufridas por el cierre de los ingenios azucareros durante la dictadura militar de Juan Carlos Onganía (1966).
Los recursos de este fondo serán destinados a “a programas de desarrollo local, de progreso cultural y de recomposición del tejido social, para la reactivación económica, la promoción del empleo, el acceso a la salud, a la vivienda digna y a la educación”, según explicó el diputado.
Los recursos del fondo provendrán de aportes del Tesoro Nacional, asignaciones presupuestarias, créditos de organismos financieros nacionales e internacionales, donaciones y legados, entre otros.
Según el proyecto, el fondo estará administrado por un Consejo Ejecutivo como ente autárquico del Ministerio del Interior de la Nación con sede en Tucumán, y asistido por un consejo asesor con representantes de la provincia y de la organización Frente en Defensa de los Pueblos.
El personal del Consejo Ejecutivo estará integrado con el personal de los ex ingenios azucareros y con trabajadores tucumanos idóneos, de acuerdo al texto presentado por Correa.
La propuesta es apoyada por los diputados Hugo Yasky y el tucumano Carlos Cisneros, legisladores de extracción sindical del Frente de Todos. “El cierre masivo de ingenios tucumanos, ocurrido durante la dictadura de Onganía, fue un capítulo nefasto en la historia de la Provincia. Se cerraron 11 ingenios y se perdieron 50.000 puestos de trabajo en forma directa, más de 200.000 tucumanos y tucumanas debieron emigrar para buscar trabajo, eso era alrededor del 30% de la población provincial de entonces. La economía provincial entró en una de sus peores crisis, y pueblos que antes eran pujantes terminaron por desaparecer. Es importante destacar que estas medidas se impusieron a través de una fuerte represión contra las y los trabajadores y de una intensa persecución contra los dirigentes sindicales”, sostuvo el referente bancario.
CARLOS CISNEROS. Diputado del Frente de Todos, en el recinto de la Cámara Baja. Foto: Prensa y Difusión
Finalmente el proyecto detalla el área de influencia y de promoción del desarrollo local: “Pueblos donde se ubican los Ingenios y Ex Ingenios Azucareros de la Provincia de Tucumán y en especial donde se produjo el cierre de los Ingenios Lastenia, Los Ralos, Esperanza, Bella Vista, San José, Amalia, Nueva Baviera, La Trinidad, Santa Ana, San Antonio de Ranchillos, San Ramón de Villa Quinteros, Santa Lucía, Mercedes, El Paraíso”; “ex obreros y trabajadores, y/o familiares que han sufrido las consecuencias del cierre de los ingenios azucareros (emigración y pérdida de empleo)”; “organizaciones de la comunidad cuya identidad histórica y cultural se vincule a la temática de obreros, zafreros, cosecheros, y trabajadores locales y migrantes.”
“El año pasado en el Congreso votamos la Ley 27.620 que estatuyó el 22 de agosto como el Día Nacional de Desagravio al Pueblo Tucumano por el cierre masivo de ingenios azucareros de 1966. En su momento destaqué que ese reconocimiento simbólico era un primer paso muy importante, pero ahora con esta iniciativa es tiempo de dar el segundo”, concluyó Cisneros.