El Opus Dei fue fundado por Josemaría Escrivá de Balaguer el 2 de octubre de 1928. En ese momento Josemaría era un joven sacerdote de 26 años.
El 30 de septiembre de 1928 D. Josemaría se dirigió a la Residencia de los misioneros de San Vicente de Paul, para participar en unos ejercicios espirituales que durarían hasta el 6 de octubre. El segundo día de ese retiro espiritual, el martes 2 de octubre, después de haber celebrado la Misa y recogido en su habitación, mientras releía y meditaba las anotaciones que había ido recogiendo en los últimos diez años, “vio” el Opus Dei: recibió una inspiración de Dios que le ilustraba con claridad sobre lo que debía ser el Opus Dei, su naturaleza, su espíritu y su apostolado. Anotación del Fundador del Opus Dei en sus Apuntes íntimos, n. 306 (2‑X‑1931)
Recibí la iluminación sobre toda la Obra, mientras leía aquellos papeles. Conmovido me arrodillé ‑estaba solo en mi cuarto, entre plática y plática‑ di gracias al Señor, y recuerdo con emoción el tocar de las campanas de la parroquia de N. Sra. de los Ángeles. (… ) recopilé con alguna unidad las notas sueltas, que hasta entonces venía tomando. (…) Desde aquel día el borrico sarnoso se dio cuenta de la hermosa y pesada carga que el Señor, en su bondad inexplicable, había puesto sobre sus espaldas. Ese día el Señor fundó su Obra.
Anotación del Fundador del Opus Dei en sus Apuntes íntimos, n. 993 (30‑N‑1933)
Consideraba yo por la calle, ayer tarde, que Madrid ha sido mi Damasco, porque aquí se han caído las escamas de los ojos de mi alma (…) y aquí he recibido mi misión.
Recuerdos de San Josemaría en una Meditación, 14‑11‑1964
(…) Y llegó el 2 de octubre de 1928. Yo hacía unos días de retiro, porque había que hacerlos, y fue entonces cuando vino al mundo el Opus Dei. Aún resuenan en mis oídos las campanas de la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, festejando a su Patrona. El Señor “ludens…omni tempore, ludens in orbe terrarum” (Prov 8, 30‑31), que juega con nosotros como un padre con sus niños pequeños, aunque ya no seamos criaturas de poca edad, viendo mi resistencia y aquel trabajo entusiasta y débil a la vez, me dio la aparente humildad de pensar que podría haber en el mundo cosas que no se diferenciaran de lo que El me pedía. Era una cobardía poco razonable; era la cobardía de la comodidad, y la prueba de que a mí no me interesaba ser fundador de nada…
14 de febrero de 1930 Junto a la fecha del 2 de octubre de 1928, el beato Josemaría siempre añadió la del 14 de febrero de 1930 como fecha fundcicional. Fue el momento en el que Dios le dejó claro que las mujeres también deberían formar parte del Opus Dei. Anotación del Fundador del Opus Dei en sus Apuntes íntimos, n. 1871 (14‑VI‑1948)
El 14 de febrero de 1930, celebraba yo la misa en la capillita de la vieja marquesa de Onteiro, madre de Luz Casanova, a la que yo atendía espiritualmente, mientras era Capellán del Patronato. Dentro de la Misa, inmediatamente después de la Comunión, ¡toda la Obra femenina! No puedo decir que vi, pero sí que intelectualmente, con detalle (después yo añadí otras cosas, al desarrollar la visión intelectual), cogí lo que había de ser la Sección femenina del Opus Dei. Di gracias, y a su tiempo me fui al confesonario del P. Sánchez. Me oyó y me dijo: esto es tan de Dios como lo demás. Anotación del Fundador del Opus Dei en sus Apuntes íntimos, n. 1872 (14‑VI‑1948)
Anoté, en mis Catalinas, el suceso y la fecha: 14 feb. 1930. Después me olvidé de la fecha, y dejé pasar el tiempo, sin que nunca más se me ocurriera pensar con mi falsa humildad (espíritu de comodidad, era: miedo a la lucha) en ser soldadito de filas: era preciso fundar, sin duda alguna.
La “Obra de Dios” (1930) Sobre el origen del nombre “Opus Dei”; contamos con varias reflexiones del mismo Josemaría Escrivá. El P. Sánchez, que está presente en alguno de los siguientes textos como la persona que ayudó al Fundador a “descubrir” el nombre “Opus Dei”; que ya aparecía en sus escritos, es el jesuita Valentín Sánchez Ruiz, su confesor desde 1930. Anotación del Fundador del Opus Dei en sus Apuntes íntimos, n. 126 (9‑X11‑1930)
La Obra de Dios: hoy me preguntaba yo, ¿por qué la llamamos así? Y voy a contestarme por escrito (…). Y el P. Sánchez, en su conversación, refiriéndose a la familia nonnata de la Obra, la llamó “la Obra de Dios”. Entonces ‑y sólo entonces- me di cuenta de que, en las cuartillas nombradas, se la denominaba así. Y ese nombre (¡¡La Obra de Dios!!), que parece un atrevimiento, una audacia, casi una inconveniencia, quiso el Señor que se escribiera la primera vez, sin que yo supiera lo que escribía; y quiso el Señor ponerlo en labios del buen padre Sánchez, para que no cupiera duda de que Él manda que su Obra se nombre así: La Obra de Dios.
Anotación del Fundador del Opus Dei en sus Apuntes íntimos, n. 1867 (14‑VI‑1948)
Yo no puse a la Obra ningún nombre. Hubiera deseado, de ser posible ‑no lo era‑, que no hubiera tenido nombre, ni personalidad jurídica (…). Mientras, llamábamos a nuestra labor sencillamente así: “La Obra”.
Anotación del Fundador del Opus Dei en sus Apuntes íntimos, n. 1868 (14‑VI‑1948)
Pero volvamos al nombre de nuestra Obra. Un día fui a charlar con el P. Sánchez, en un locutorio de la residencia de la Flor. Le hablé de mis cosas personales (sólo le hablaba de la Obra en cuanto tenía relación con mi alma), y el buen padre Sánchez al final me preguntó: “¿cómo va esa Obra de Dios?” Ya en la calle, comencé a pensar: “Obra de Dios. ¡Opus Dei! Opus, operatio…, trabajo de Dios. ¡Éste es el nombre que buscaba!” Y en lo sucesivo se llamó siempre Opus Dei.
Testimonio de Laureano Castán Lacoma (1978) Mons. Laureano Castán Lacoma, que fue obispo de Sigüenza‑Guadalajara, conoció a don Josemarfa en el año 1926 en el pueblo de Fonz (Huesca), donde la familia Escrivá solía ir durante los veranos.
∙ El comienzo de la labor del Opus Dei
“Pero, ¿tú crees que eso es posible?”‑ le decía yo. Y él me contestaba: “Mira, esto no es una invención mía es una voz de Dios”.
∙ Los primeros fieles del Opus Dei
En 1930 se incorporó al Opus Dei Isidoro Zorzano, joven ingeniero, antiguo compañero de instituto en Logroño de San Josemaría. En los años siguientes fueron llegando al Opus Dei algunos hombres y mujeres.
∙ Primeros libros de San Josemaría y D. Álvaro del Portillo
En diciembre de 1932, con el fin de facilitar ayuda espiritual y temas de meditación a sus hijos y a las demás personas que acudían a su dirección espiritual, don Josemaría Escrivá recopiló 246 pensamientos.
∙ La primera Academia-Residencia (1933-34)
Un paso más en la labor apostólica con gente joven fue la promoción de un centro de formación académica, que pronto incluiría también una residencia de estudiantes con una sede material que facilitaría además las reuniones para los medios de formación espiritual.
∙ Proyectos de expansión: Valencia y París (1936)
En el año 1936, Josemaría Escrivá pensó que había llegado el momento de extender fuera de Madrid el trabajo apostólico que llevaba a cabo desde 1928.
∙ El Fundador del Opus Dei en Burgos. Viajes apostólicos (1938-39)
Desde enero de 1938, el Fundador del Opus Dei fijó su residencia en Burgos, y desde allí viajó a numerosos lugares, visitando a sus hijos dispersos por los frentes de guerra, a muchos chicos tratados ya en Madrid, y ampliando también su labor con nuevos conocidos.
∙ Primeros meses de guerra en Madrid
La historia del Opus Dei durante estos años se centra en las vicisitudes de su Fundador y el puñado de primeros miembros, para poder sobrevivir y continuar con la labor apostólica en unas mínimas condiciones de libertad. Desde el comienzo de la guerra civil en España hasta finales de 1937, el Fundador del Opus Dei permaneció en Madrid.
A finales de 1937, Don Josemaría, con unos pocos hijos suyos y algún amigo, pudieron pasar clandestinamente a Andorra y Francia, a través del Pirineo, y regresar a España por la llamada zona nacional.
∙ Primera expansión del Opus Dei por España (1939-1945)
Al día siguiente de entrar en Madrid las tropas vencedoras en la guerra civil, ya se habían reunido en la capital un pequeño grupo de miembros del Opus Dei y, no teniendo donde alojarse, don Josemaría les invitó a dormir en la casa rectoral de Santa Isabel.
∙ La expansión internacional del Opus Dei y su nueva configuración jurídica (1945-1950)
Acabada la Guerra Mundial, y ya con una sólida implantación en España, pudo empezar la ansiada expansión del Opus Dei a otros países.
∙ El Opus Dei en los años cincuenta y sesenta
Los años 50 y 60 estuvieron llenos de acontecimientos para el Opus Dei, que en 1953 llegaba a sus 25 años de existencia.
∙ El Opus Dei en los últimos años de vida de su fundador (1970-1975)
La historia del Opus Dei en los últimos cinco años de vida de su Fundador estuvo marcada por la espera ante la deseada solución jurídica, los desafíos planteados a la Iglesia en la etapa postconciliar, y una intensa catequesis que llevó a cabo el Fundador por Europa y América.
∙ Muerte del fundador y elección del primer sucesor (1975)
El 28 de marzo de 1975, el Fundador del Opus Dei cumplió 50 años de sacerdocio. El aniversario quiso celebrarlo en la intimidad y fue ocasión para recuerdos y reflexiones.
El Opus Dei, prelatura personal (1982)
El 28 de noviembre de 1982, Juan Pablo II erigió el Opus Dei como Prelatura personal de ámbito universal, dotada de estatutos propios. Se alcanzaba así la solución jurídica que el Fundador del Opus Dei había deseado y buscado durante muchos años.
∙ Fama de santidad y Beatificación del Fundador del Opus Dei (1975-1992)
Desde el mismo día del fallecimiento del Fundador del Opus Dei, se multiplicaron los testimonios sobre su santidad personal y la huella que había dejado en la vida de la Iglesia.
• El 2 de octubre de 1928 visto por un director de cine: “Recibí la iluminación sobre toda la Obra”. Así recordaba san Josemaría el momento en que Dios le ayudó a ver el Opus Dei. En este vídeo se muestra cómo imaginó ese momento el director de cine Roland Joffé, en una escena de la película “There be Dragons”.
http://https://youtu.be/eiU0gjK0X0E
FUENTE: OPUS DEI