A partir de ahora sólo se podrá exportar a países limítrofes por volúmenes bajos. La Mesa de Enlace se reunirá para definir los pasos a seguir.
Finalmente, tal como adelantó LPO, este lunes el Gobierno nacional confirmó el cierre del registro de exportaciones de maíz luego de que la semana pasada se haya completado un cupo de 38,5 millones de toneladas correspondientes a la presente campaña 2020/21.
El encargado de oficializarlo fue el subsecretario de Mercados del Ministerio de Agricultura, Javier Preciado Patiño. En una disposición el funcionario dispuso que a partir de ahora solamente se aceptarán declaraciones para operaciones respaldadas por “mercadería física ya adquirida”.
Los especialistas explican que en los hechos esta medida implica que únicamente se concretarán embarques a países limítrofes por volúmenes bajos. Esto porque los grandes exportadores concretan envíos con un plazo de embarque de 360 días posterior al registro de la operación.
El problema es que el próximo ciclo comercial comienza recién a fines de febrero de 2022. Mantener virtualmente cerradas las exportaciones de maíz generaría una importante baja de precios en el mercado local. Los mayores perjudicados serán los productores.
Los mayores beneficiados ante una eventual baja de precios del maíz serían los sectores avícolas, porcinos, feedlots y balancedos, entre otros. De esta manera, tales industrias se asegurarán que su principal insumo/costo baje en un contexto de aceleración de la inflación.
El viernes pasado en el recinto de la Bolsa de Comercio (BCR) el maíz se negoció a alrededor de $ 19.250 por tonelada versus 13.450 hace exactamente un año atrás. En el Mercado de Chicago (CBOT), por su parte, el cereal cotizó a 212 dólares contra 149 dólares en octubre de 2021.
Las quejas de los productores ya se empezaron a escuchar y los presidentes de las cuatro entidades ruarles nucleadas en la Mesa de Enlace acordaron mantener una reunión esta semana para definir los pasos a seguir ante lo que consideran un nuevo golpe del Gobierno al campo.
El ex ministro de Agricultura, Luis Miguel Etchevehere, salió con los tapones de punta. “Con lo anunciado, el Gobierno confirma la intervención del mercado de maíz. Desde las PASO, el odio al campo va en crecimiento. El trigo, el maíz y la carne son víctimas del ensañamiento”, apuntó.
El consultor Salvador Di Stefano se manifestó en la misma línea. “Será difícil que se opere en los mercados de futuro, el precio de maíz comienza a divorciarse de los precios internacionales. Un espanto la medida, perjudica a los agricultores”, aseguró el especialista en Twitter.
El último informe de la Bolsa de Cereales (BCBA) proyectó que durante la próxima campaña 2021/22 se sembrarán en todo el país unas 7,1 millones de hectáreas versus 6,6 millones en 2020. La producción fue estimada en 55 millones de toneladas (si se concreta marcaría un nuevo récord).
En este contexto, en el campo apuntan principalmente contra el histórico presidente del Centro de Procesadores Avícolas (CEPA), Roberto Domenech. Se trata de un dirigente peronista con nutridos y aceitados contactos con el poder e, incluso, con línea directa con Cristina Kirchner.
FUENTE: LAPOLITICAONLINE