Una juanta médica deberá revisar a Eduardo Di Lella, condenado por encubrir el crimen de Paulina Lebbos, quien permanece en su casa tras haber sido dado de alta en el sanatorio en el que estuvo internado.
Eso fue lo que ordenó la jueza Ana María Iácono tras rechazar el pedido de arresto domiciliario que interpuso el abogado Gustavo Morales, defensor del ex secretario de Seguridad durante el gobierno de José Alperovich.
El ex funcionario comenzó a manifestar problemas de salud poco después de que se conociera la condena en su contra, de seis años y siete meses de prisión, la más dura e identica a la que recayó sobre el ex jefe de Policía Hugo Sánchez.
Cuando la Corte Suprema de Justicia confirmó el fallo en octubre pasado, volvieron los padeceres de Di Lella, quien fue internado en un sanatorio, mientras el letrado interponía el el pedido para que cumpliera la pena en su casa.
La jueza Iácono realizó entonces una audiencia en la que tanto el Fiscal Gonzalo García como los abogados Emilio Mrad, representante de Alberto Lebbos, y Soledad Deheza querellante en nombre de Victoria, la hija de Paulina, se opusieron.
García informó que cuando se enteró que el condenado estaba en un sanatorio, ordenó la visita de médicos forenses, quienes se dieron con que ya había sido dado de alta, lo cual nunca fue debidamente informado.
Pese a esto y a la falta de documentación respaldatoria, Morales insistió con el pedido de arresto domiciliario, lo que fue denunciado como una medida dilatoria por las otras partes, y quedó condicionado a lo que determine la junta médica, en un plazo no mayor a diez días.