Gendarmes allanaron el lote oculto entre vegetación tras una investigación de la PROCUNAR.Un tabacalero jujeño es el principal acusado. El método imita el de los narcos paraguayos
Esta semana, Gendarmería allanó una de las mayores plantaciones clandestinas de la historia reciente.
7200 plantas de marihuana y más de mil plantines en germinación fueron incautados tras una investigación del sector NOA de la PROCUNAR, el ala de la Procuración que investiga delitos de narcotráfico a cargo de los fiscales Eduardo Villalba y Diego Iglesias, en una finca en medio de la selva salteña, en el departamento de Caldera, a siete kilómetros de la localidad jujeña de Monterrico. Se hallaron insecticidas, mochilas de fumigación, 29 bandejas para almácigos, incluso un grupo electrógeno, además de un secadero en un galpón con 59 kilos de cogollos y una prensa de hierro para compactar la hierba en panes.
Todo esto fue encontrado en la finca principal. Luego, dos sospechosos fueron allanados en la zona, acusados de explotarla. Juan B., “El Morsa”, de 46 años, el principal acusado registrado como tabacalero en la AFIP y que se presentaba en redes sociales como un agricultor de la zona, cayó con un equipo completo de jardinería, otras dos mil plantas que promediaban los dos metros de altura y un cuarto kilo de semillas en su finca privada. En su casa de Monterrico encontraron 840 mil pesos en efectivo. Su cómplice y principal cuidador de las fincas, Jonatan G., cayó con otros tres kilos de cogollo prensado.
No fue fácil llegar. El Escuadrón 53° de Gendarmería tuvo que surcar caminos de tierra y barro para ingresar a la granja principal, ocultas entre la espesura del monte.
Una pista anónima fue la que precisamente alertó al Escuadrón N°53, que inició la causa. Comenzó en julio del año pasado, cuando un hombre de la zona fue amenazado para que se retire al acercarse a la finca de “El Morsa”. Allí, vio a varios hombres regando la plantación. Por otra parte, ya conocía a Juan B. y a su camioneta Chevrolet.
Así, comenzó la investigación. Se descubrió que la finca denunciada pertenecía a la familia de Juan B., la había heredado de su padre y de una tía. El teléfono del cuidador Jonatan fue intervenido. Un drone voló sobre la granja a comienzos del mes pasado. Así se detectaron varias carpas de lona negra, dedicadas a germinar plantines.
El método replica a un nivel local el históricamente aplicado por los narcos brasileños de bandas como el PCC que se infiltran en las haciendas de la llanura guaraní para plantar hierba. Así, controlan hectáreas enteras en arboledas y espesuras de los campos ganaderos. La incógnita es doble: las autoridades se preguntan si Juan B. es el dueño de la hierba, o la planta para alguien más. Por ahora, se descarta un tercer jugador. Solo figura Juan B. en la trama. La PROCUNAR, por lo pronto, tiene probado que participaba en la explotación
También, queda una pregunta para las macroestructuras del negocio nacional de la droga, si efectivamente este modelo de producción narco llegó para quedarse en la Argentina. Existieron experiencias similares, con plantaciones en la selva misionera, un mega galpón con 5 mil plantas desbaratado en San Antonio de Areco, pero nada en esta escala. Quizás, Juan B. sea un pionero.
El tabacalero y su cuidador se negaron a declarar en una audiencia realizada hoy por la mañana, donde se formalizó la imputación en su cntra. Siguen detenidos bajo prisión preventiva y su granja fue embargada.
FUENTE:INFOBAE