La madre de la pequeña relató que la menor era oriunda de una localidad del este de la provincia y que, de lunes a viernes, se quedaba en la casa en la que vivían Palina y su pareja porque cursaba sus estudios secundarios en un colegio de la capital.
Ese mismo día, el expediente fue recibido en la fiscalía I de Delitos contra la Integridad Sexual que conduce María del Carmen Reuter. Al percatarse de quién era el denunciado, remitió a la causa a la fiscal regional Mariana Rivadeneira. El nuevo Código Procesal Penal establece que la investigación contra un parlamentario debe ser realizada por los jefes de los fiscales.
Acto seguido, la jueza Fanny Siriani autorizó a que se investigara a Palina por el caso, y estableció que la investigación debía realizarse en dos meses. Ese plazo podría extenderse si la fiscal solicitara una prórroga.
En la resolución, la magistrada dio una larga explicación jurídica sobre por qué había autorizado a abrir la investigación en contra del legislador, citando las normas del Código Procesal Penal y todos los tratados internacionales que castiga los delitos de género.