La paz característica del pueblo jujeño El Aguilar, a 3980 metros de altura y con solo 3.655 habitantes, fue interrumpida cuando un trabajador de una de las minas apostadas en las inmediaciones, recibió el aviso de que un hombre había ingresado a su domicilio donde se encontraba su esposa.
Creyó que era un ladrón.
Sin embargo, lejos de ser guiado por fines delictivos, el tercero en discordia resultó ser el amante de la pareja del minero. En cuanto se descubrió la situación, los dos hombres se agarraron a trompadas.
Según las fuentes por el portal local El Tribuno, el hecho se registró en la mañana del martes 16 de agosto, cuando un vecino del trabajador de 39 años envió un mensaje alertando por la invasión del inmueble.
De inmediato el propietario se dirigió hasta allí y se topó con un hombre dentro del lugar.
“Se libró un violento enfrentamiento con golpes de puños y otros objetos contundentes, hasta que el intruso logró darse a la fuga del lugar”, amplió el sitio.
Tras el hallazgo y la embestida, fue el propio minero el que reconoció más tarde ante los efectivos de la Seccional 38º que el “intruso” que estaba dentro de su casa en realidad no se había hecho presente con intenciones delictivas, sino que había sido invitado por su propia mujer, durante su ausencia.
Por disposición del ayudante fiscal zonal del Ministerio Público de la Acusación, se ordenó que el denunciante fuera examinado por un médico legista, quien diagnosticó escoriaciones y contusiones.
Además, se dispuso el trasladado a otro domicilio, a fin de resguardar la integridad física de la mujer.
El amante abandonó el pueblo.
Las actuaciones complementarias quedaron a cargo de la seccional, dependientes de la Unidad Regional 3, quienes dictaron la realización de un trabajo socioambiental, para establecer y ratificar la relación de la pareja.
fuente: contexto